Cambios Planetarios
De acuerdo con lo expresado por algunos testigos, Carmona González, quien laboraba como jornalero en una urbanización en el Anillo Vial, iba de regreso a su casa, en la calle principal del corregimiento de Pontezuela, en compañía de otras personas, cuando les cayó un rayó.
El fuerte impacto le ocasionó la muerte, de manera inmediata a Carmona, mientras que uno de sus acompañantes, cuya identidad no se logró establecer, resultó con lesiones en distintas partes del cuerpo. Esta persona fue trasladada al corregimiento de Bayunca, donde recibió atención médica.
La víctima deja cuatro hijos.
El origen de esta serie de terremotos puede ser la presencia de una bolsa de magma fresco a una profundidad de 12 kilómetros por debajo de la superficie de la isla, "en donde se está produciendo un proceso de ignición de roca fundida", ha explicado a EFEverde el geólogo del CSIC y secretario general de la Asociación Internacional de Vulcanología, Joan Martí.
El movimiento del magma hace cierta "sobrepresión" sobre las rocas que lo encajan, rompiendo la bolsa y por lo tanto se genera esa pequeña sismicidad, ha concretado el experto.
Martí considera, no obstante, que el origen también podría estar relacionado con los movimientos tectónicos locales.
De acuerdo con los datos de la dependencia estatal, este sábado entregó beneficios a las familias damnificadas del municipio de Petatlán, donde también resultó con inundación la escuela primaria Justo Sierra, cuya instalación ya ha sido limpiada.
El ciclón, según la dependencia, fue benévolo con la costa guerrerense, debido a que los daños son menores; en Acapulco, por lo menos cinco árboles se cayeron por los fuertes vientos y la suspensión temporal de las actividades marítimas por oleaje alto.
En tanto que en el municipio de Zihuatanejo, en la región de la Costa Grande, se reportaron caída de árboles y encharcamientos de algunas calles, sin daños que pusieran en riesgo la integridad física de la población.
A partir de ayer sábado, Protección Civil levantó la alerta en las costas guerrerenses, aunque se prevén lluvias moderadas en el estado, como parte del temporal, especialmente en las partes altas.

Con el desbordamiento de cuatro ríos quedaron anegadas las casas de habitantes de las comunidades rurales ribereñas de Tabasco.
Al rebosar los cauces de los ríos Usumacinta, Tulijá, Pichucalco y La Sierra, alrededor de diez mil personas de comunidades rurales ribereñas quedaron anegadas en sus viviendas, además de resultar inundadas miles de hectáreas de potreros y platanares.
Las rancherías afectadas se localizan principalmente en zonas bajas inundables de los municipios de Tenosique, Emiliano Zapata, Balancán, Jonuta, Jalapa, Teapa y Centro, reportó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Ayer por la mañana, los escurrimientos de las lluvias registradas en la zona serrana en los límites del norte de Chiapas y sur Tabasco, elevaron más el nivel del río La Sierra, por lo que las afectaciones por vados de agua se ampliaron a caminos rurales y carreteras intermunicipales de los municipios de Teapa, Jalapa y Centro.

Los ovejas se quedan ciejas y los animales se mueren. El panorama en la meseta es desolador y, lo que aun es más preocupante, con el verano el problema se podría acentuar.
"La ceniza provoca conjuntivitis, irritación e inflamación de los ojos. Entonces se produce un hematoma en la córnea que no deja pasar la luz. Aparecen manchas rojas y blancas en los ojos del animal y esta ceguera, si bien puede considerarse pasajera, se puede prolongar por mucho tiempo. El animal no puede andar por el campo y prefiere quedarse quieto".
Simón dijo que para poder recuperar a los animales se utilizan colirios pero no todos los productores pueden comprarlo. "Entonces se recurre a remedios caseros como el te negro que se le pasa por los ojos a las ovejas para aliviarla y que pueda recuperar la vista lo antes posible. Pero no siempre funciona".
Una oveja camina con lentitud. Le pesa el cuerpo. Y tiene hambre. En unos metros se detendrá porque se le doblan las patas y no puede continuar. Tirada junto a una mata de pasto se va a quedar ahí junto al cordero que lleva adentro porque está preñada. Pero no llegará a parir. Ahí se va a quedar esperando morir.
La escena se repite en cada campo de la meseta. Los animales mueren sin poder defenderse. La ceniza está causando un daño enorme. Pero no es todo: lo peor está por venir. Porque la gente se está quedando sin lo único que tiene: sus animales. Y si hasta ahora sobrevivieron es sólo porque le ponen el corazón a una de las peores situaciones de desastre en la historia de la provincia. Porque a la llegada inesperada de la ceniza volcánica hay que agregarle el arrastre de cinco años de sequía. Una sequía que a esta altura parece interminable. La tierra está agrietada y las pocas matas que quedan se quiebran bajo el sol. Dicen que no lloverá al menos hasta marzo. Pero nadie reza. Todo el mundo se levanta cada mañana a empezar de nuevo con la esperanza de que algo cambie. No están dispuestos a dejar los campos donde han pasado su vida. Ni tampoco dejar morir a sus animales sin intentar salvarlos. Buscan agua, alimento. Y piden que alguien se acuerde de esta parte de la Patagonia donde parece terminar el mundo y donde los largos caminos de tierra y ceniza parecen conducir a ninguna parte.
El movimiento telúrico tuvo como epicentro 44 km. al este de Matucana, con una profundidad de 100 kilómetros, informó el Instituto Geofísico del Perú.
Felizmente, no se reportaron daños materiales ni humanos.
El Senamhi indicó que la capital tendrá amaneceres y noches frías, con neblina y lloviznas eventuales hasta los últimos días de octubre.
El sismólogo Luis Arreola, del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), explicó a Efe que el primer temblor, de 3,6 grados Richter, ocurrió a las 00.25 hora local (06.25 GMT) y el último, de 3,2 grados, a las 08.49 hora local (14.49 GMT).
El más fuerte de los 20 temblores, de 4,1 grados, se registró a las 03.57 hora local (09.57 GMT), precisa el informe oficial.
Ese sismo se sintió en el occidente de El Salvador con una magnitud de 3,8 grados Richter, sin causar víctimas ni daños, según el Servicio Nacional de Estudios Territoriales de ese país.
El occiso fue identificado como Eurípides Perea Nieto de 52 años de edad, natural y residente en esta localidad, en la casa demarcada con el número 157, de la calle 7, era el menor de cinco hermanos producto de la relación conformada por Juan Perea y Eugenia Nietos, ambos fallecidos. Vivía en unión libre con Miriam Terraza con quien tuvo seis hijos y desde hacía tiempo laboraba como obrero en la Hacienda La María.
Según información entregada por sus familiares el hecho trágico se registró a eso de las 2:45 de la tarde, cuando el hoy occiso jugaba un partido de fútbol correspondiente al torneo recreativo que se llevaba a cabo en la cancha de fútbol Lizardo Angulo del corregimiento en mención y cuando transcurría el minuto 5 del partido un rayo acabó con la vida del deportista de manera instantánea.
El Hierro tiembla más de lo normal. La volcánica isla canaria ha experimentado una actividad sísmica fuera de lo normal los dos últimos días, que ha provocado que salten las alarmas entre la población y las autoridades. Desde el sábado se han registrado 48 pequeños temblores, y el de mayor intensidad alcanzó los 3,4 grados en la escala de Richter a las 22:24 de la noche del sábado, cuando Protección Civil recibió hasta veinte llamadas alertando del movimiento de la superficie terrestre. No obstante, esta situación no resulta novedosa en El Hierro, ya que desde el pasado 19 de julio se han contabilizado 7.852 seísmos, cuando lo habitual en la isla son diez o doce al año.
La realidad es que los volcanes de la isla canaria han vuelto a activarse 218 años después de su última erupción. Las últimas señales que ofrece la madre naturaleza así lo corroboran. El punto de partida para los investigadores y científicos tuvo lugar el pasado 19 de julio. Fue entonces cuando los sismógrafos del Instituto Geográfico Nacional empezaron a registrar una actividad sísmica de entidad en El Hierro, que ha llevado a los científicos a sopesar la posibilidad de una pronta erupción volcánica. De hecho, ésa es la idea expuesta por el coordinador del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, que ha afirmado que la probabilidad «aunque pequeña, es significativa».
Estos temblores de tierra están provocados por la intrusión de magma a una profundidad que oscila entre los doce y los catorce kilómetros por debajo de la superficie de la isla.