[España] - "Impotencia. Es algo que no puedo describir".
Lucilo Caballero trata de mantener a raya las lágrimas. Sus ojos azules tintinean detrás de unas gafas de sol que no se quita en ningún momento. Su "señora" duerme en una camilla a su lado, la misma sobre la que él apoya su pie. Tiene ácido úrico y un fuerte dolor de espalda, pero sobre todo tiene rabia. A sus 68 años, este jubilado de San Sebastián que pasa sus veranos en Acebo no acaba de encajar que el fuego haya destruido ya más de 5.000 hectáreas en la
Sierra de Gata, al norte de
Extremadura.
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"Todos estos años construyendo una vida, una casa, una familia y ahora, de repente, te lo arrebatan todo". El llanto le ahoga la voz, se trastabilla al hablar.
No es el único. En la puerta del Almacén de Trigo,
Ana se despide de sus padres. Su madre,
Pilar Bizarro, no aguanta más y quiere volver a
Peraleda para ver cómo está su casa, sus cosas y sus 14 gallinas. "A las gallinas no les ha pasado nada", le tranquiliza Ana.
Comentario: En las últimas semanas está siendo una auténtica epidemia el asunto de los siameses en el planeta, tanto con animales como con humanos: