Traducido por el equipo de SOTT.netDespués de años de bombo y platillo y amenazas veladas "plandémicas", la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha finalizado su tratado pandémico. Formalmente conocido como el "Acuerdo de la OMS sobre Pandemias", el documento refleja
años de disputas, engatusamientos y regateos entre los tecnócratas globalistas. Y ahora que las negociaciones han terminado, su control sobre el espacio sanitario mundial
puede incorporarse al derecho internacional.Hay razones para estar aliviados de que el documento no sea tan malo como podría haber sido. Como señalan algunos, el último borrador del acuerdo se ha modificado considerablemente, y
se ha eliminado el lenguaje más atroz sobre la aplicación obligatoria y
la soberanía de la OMS. Mejor aún, la relevancia de este acuerdo para los estadounidenses se ha visto disminuida por la
reciente orden ejecutiva que retira a EE.UU. de la OMS.
Pero para aquellos de nosotros preocupados por el establecimiento de un gobierno mundial, todavía no estamos fuera de peligro. Hay disposiciones en este acuerdo que permitirán a los aspirantes a tiranos de la salud mundial expandirse más allá de los límites del actual proyecto de texto y asumir los poderes dictatoriales que sus críticos (
como su servidor) han estado advirtiendo que el tratado otorgaría a la OMS.
Y lo que es peor,
lo que se puede deshacer a golpe de pluma presidencial (o robopen) de Trump se puede rehacer a golpe de pluma presidencial (o robopen), y sería el colmo de la ingenuidad suponer que la próxima marioneta que ocupe el Despacho Oval no volverá a firmar inmediatamente la adhesión de Estados Unidos al acuerdo.Entonces, ¿es este el comienzo de un sistema gubernamental global de control tecnocrático de la salud? Y, si lo es, ¿qué significa eso para el futuro de la humanidad?
Para responder a esa pregunta, vamos a tener que remontarnos a las raíces de la toma de poder de la OMS. Y resulta que esa historia
comienza en un lugar de lo más inesperado . . .
Comentario: Véase también: Las células madre podrían restaurar la visión tras una enfermedad ocular.