Salud y Bienestar
La clave está en adecuar la dieta al nivel de intolerancia de cada uno.
La intolerancia a la lactosa tiene algo en común con una discapacidad: nadie puede estar seguro de no padecerla algún día. Por mucha leche que alguien beba y por muy bien que le siente, la enzima que la metaboliza, la lactasa, va decayendo a lo largo de la vida y es posible que en algún momento no haya suficiente para procesar adecuadamente los productos lácteos. Entonces, con la ingesta de estos alimentos, comenzará el dolor abdominal, las flatulencias y, en los casos más severos, la diarrea. En la zona mediterránea se calcula que un 15% de la población tiene algún grado de intolerancia. Muchos de ellos ni siquiera lo saben, aunque es una dolencia cada vez más visible, que no más frecuente.
Ciudadanos de la provincia de Fujian han comprado huevos falsos que, en lugar de proteínas, contienen productos químicos como alúmina - óxido de aluminio-, alginato de sodio (E 401), cloruro cálcico (E 509), benzoato sódico (E 211) y gelatina. La yema está coloreada con tartrazina (E102) mientras que la cáscara está hecha a base de carbonato de calcio (E170). El resultado de esta mezcla es un huevo con la misma apariencia que los verdaderos, más barato (cuesta entre 0,01 y 0,05 euros frente a los 0,25 de los reales) y con riesgos para la salud.
Las autoridades sanitarias de Shangai abrieron una investigación tras haber recibido varias denuncias sobre algunos huevos de gallina que, al ser hervidos, la yema y la clara, se endurecen tanto que pueden ser usados como pelotas de tenis.
Los "huevos de goma" ya están siendo vendidos en negocios en distintas provincias chinas desde hace algunas semanas.
Lo indicó un estudio del Instituto de Investigación Telethon sobre la Salud Infantil en Perth (Australia), el primero en mostrar que bajos niveles de vitamina D en el útero pueden dañar el desarrollo lingüístico del niño, afectando por ejemplo su capacidad de aprender palabras nuevas y componer frases más largas.
No surgió, en cambio, ningún vínculo entre la carencia de vitamina y problemas de conducta o emotivos en la infancia.

La vitamina D tiene la capacidad de afectar a neurotransmisores, allí reside la relación.
Lo descubierto por E. Sherwood Brown, del Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas, MinhTu T. Hoang, y sus colegas de ese centro y del Instituto Cooper en Dallas, sugiere que podría ser útil medir los niveles de vitamina D en pacientes con depresión, y quizás buscar la presencia de depresión en personas con niveles bajos de vitamina D. De todos modos, tal como reconoce Brown, todavía no hay datos suficientes como para poder decidir si conviene recetar suplementos de vitamina D a las personas que sufren de depresión.
La celiaquía es una enfermedad intestinal que afecta el intestino delgado de las personas y se desencadena por la ingesta de alimentos que contienen gluten. El gluten está presente en el trigo, avena, cebada y centeno, es por eso que lo reconocemos por la sigla TACC.
La enfermedad celíaca puede mantenerse clínicamente silenciosa e incluso en situación de latencia con mucosa intestinal inicialmente normal consumiendo gluten en algunos sujetos genéticamente predispuestos.
El mayor problema para un paciente celíaco es que en el mercado muchísimos productos contienen gluten. Los síntomas más comunes en los adultos son diarrea crónica (más frecuente), pérdida de peso, distensión abdominal, dolor abdominal recurrente, malestar y cansancio.
Comentario: Para más información acerca de nuestra investigación y su rol en las enfermedades modernas, le sugerimos la lectura del excelente artículo de la Dra. Gabriela Segura:
Alimentación moderna vs. alimentación sana, fuentes de toxicidad, el rol de las reacciones inflamatorias y las sensibilidades alimentarias en las enfermedades crónicas, modernas o idiopáticas
Estos datos han sido facilitados a Efe por la Asociación Celíaca de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife (ACET), que precisa que uno de cada 150 niños padece esta enfermedad, que también afecta a adultos y puede aparecer en cualquier edad.
En Canarias, aunque no existe un censo oficial, se estima que la padece el 0.7-1 por ciento de la población, aunque sólo hay diagnosticados 2.000 enfermos entre las dos provincias, y es dos veces más frecuente en la población femenina.
Comentario: Sugerimos al lector interesado la lectura de los siguientes artículos:
Abriendo la caja de Pandora: el rol crítico de la lectina de trigo en la enfermedad humana
Los opioides adictivos del trigo y los productos lácteos
Una dieta libre de gluten ayuda a mejorar tu salud
El autoconocimiento es, desde tiempos remotos y en prácticamente cualquier disciplina de pensamiento, una de las premisas básicas para comenzar a comprender el mundo inexplicable de por sí en el que vivimos. Y qué mejor forma de comenzar este proceso que echando un vistazo a lo que ocurre diariamente al interior de nuestras entrañas.
En una sociedad donde la abundancia de alimentos está a la orden del día, la mejor receta para consumir aquellos productos que resultan más beneficios para la salud es recurrir a aquellos que se cultivan en la zona donde uno viva. Quizás por esto, una población como la de los esquimales, donde el consumo de pescado recién capturado supone la base de su dieta, ha supuesto que la incidencia de enfermedades cardiovasculares sea casi anecdótica.
Originariamente, «una de las características más reseñables de su modelo alimentario era su riqueza en ácidos grasos omega-3 y el mantener una proporción muy alta entre omega-3 y omega-6, además de ser muy rica en vitaminas y minerales antioxidantes», sostiene el doctor Xavier Pintó, especialista en Medicina Interna y director del Programa de Prevención Cardiovascular y coordinador de la Unidad de Lípidos y Riesgo Vascular del Hospital Universitario de Bellvitge en Barcelona y miembro de la plataforma Expertomega3.
- El paciente se ha pinchado la insulina en el mismo lugar durante 3 décadas.
- Los expertos aseguran que nunca habían visto una caso así.
Las consecuencias de pincharse la insulina siempre en el mismo lugar pueden ser realmente desastrosas. Así lo ha comprobado un hombre de 55 años que padece diabetes de tipo 1 y acudió a su médico por una grave deformación que sufre en su vientre por culpa de los pinchazos.
El paciente, de Sudáfrica, padece diabetes desde hace más de 30 años, por lo que, según informa el diario británico Daily Mail, ha estado pinchándose la insulina en el mismo sitia durante tres décadas.
Comentario: En numerosas oportunidades hemos advertido desde SOTT sobre los peligros y consecuencias del consumo de lacteos en general. Sugerimos al lector interesado la lectura de los siguientes artículos:
- Alimentación moderna vs. alimentación sana, fuentes de toxicidad, el rol de las reacciones inflamatorias y las sensibilidades alimentarias en las enfermedades crónicas, modernas o idiopáticas
- Los peligros de la leche y sus derivados
- 30 razones por las cuales la leche de vaca equivale al veneno para ratas
- La salud del niño empieza en el estómago