La semana pasada publicamos un artículo sobre «Bovaer», el compuesto químico que se está probando actualmente en el Reino Unido y que se añade a los piensos de las vacas para reducir las emisiones de metano (supuestamente).
© Off-Guardian
En primer lugar, las buenas noticias: el rechazo generalizado. Personas de todo el país se han opuesto al fármaco «de bajas emisiones», lo que ha llevado a boicotear al gigante lácteo Arla y sus marcas asociadas.
Los usuarios de las redes sociales publican fotos de estanterías repletas de mantequilla Lurpak y leche Cravendale sin vender.
Las granjas más pequeñas y los productores de productos lácteos ecológicos han aprovechado la oportunidad de hacerse publicidad y han publicado declaraciones en las que se declaran «libres de Bovaer» (algunas personas han confeccionado listas).
Algunos incluso han criticado a Bill Gates, lo que siempre es divertido.
La BBC ha encargado a Marianna Spring que compruebe los hechos, y los «expertos» le han asegurado que el Bovaer es seguro... lo que siempre iba a ocurrir.
Más extraño es el caso del Daily Mail, que ha publicado varios artículos sobre este asunto, incluida una lista completa de todos los productos en los que participa Arla para facilitar el boicot.
¿Por qué lo harían? ¿Para apaciguar a su público? ¿Subirse al carro?
Tal vez.
Pero hay más. En realidad, la historia no es nueva: Bovaer fue aprobado por el gobierno británico en diciembre de 2023 y ya estaba siendo probado por Marks & Spencer en abril de este año.
Entonces, ¿por qué tanto revuelo ahora, un año después?
Comentario: Más tonterías sobre el clima con una dosis añadida de arrogancia. Cada año sale más metano del océano o del permafrost ártico, por no hablar de las distintas criaturas, que el que podría producir toda la cabaña ganadera mundial. Es una locura.