Traducido por el equipo de SOTT.net
Cuando este verano la Organización Mundial de la Salud planteó dudas sobre los riesgos de un popular edulcorante artificial, un nuevo hashtag empezó a extenderse en las cuentas de redes sociales de los profesionales de la salud: #safetyofaspartame (seguridad del aspartamo).

© The Washington Post
Steph Grasso, dietista registrada de Oakton, Virginia, utilizó el hashtag y dijo a sus 2,2 millones de seguidores
en TikTok que las
advertencias de la OMS sobre los edulcorantes artificiales eran "ciberanzuelos" basados en "ciencia de baja calidad."
Otra dietista, Cara Harbstreet, de Kansas City, tranquilizó a sus seguidores de Instagram para que no se preocuparan por los "
titulares de alarmismo" sobre el aspartamo porque "las pruebas no sugieren que haya motivo de preocupación."
En un tercer vídeo, Mary Ellen Phipps, una dietista del área de Houston especializada en el cuidado de la diabetes, bebió un sorbo de un vaso de gaseosa y dijo a sus seguidores de Instagram que los edulcorantes artificiales "satisfacen el deseo de dulce" sin afectar a los niveles de azúcar o insulina en sangre.
Lo que estos dietistas no dejaron claro es que American Beverage, un grupo de comercio y presión que representa a Coca-Cola, PepsiCo y otras empresas, les pagaba por publicar los vídeos.
En total,
al menos 35 publicaciones de una docena de profesionales de la salud formaron parte de la campaña coordinada por American Beverage. El grupo comercial pagó una cantidad no revelada a 10 dietistas registrados, así como a un médico y a una persona influyente en el mundo del fitness, para que utilizaran sus cuentas en las redes sociales para ayudar a rebatir las afirmaciones de la OMS de que el aspartamo, pilar de la Coca-Cola Light y otras gaseosas, es ineficaz para perder peso y "posiblemente cancerígeno."
Comentario: Cualquier padre de un niño pequeño sometido a enmascaramiento prolongado podría haberte contado las conclusiones del estudio.