Salud y Bienestar
La vitamina D va adquiriendo cada vez mayor relevancia en el tratamiento de la psoriasis. Numerosos estudios avalan sus beneficios en esta enfermedad de la piel y, ahora, una nueva investigación explica las razones que hay detrás de su éxito.
Aunque poco se conoce sobre las causas que producen esta afección, se ha comprobado que se desencadena por un defecto del sistema inmunológico, que reacciona de forma excesiva, generando inflamaciones, placas descamativas y pápulas en la piel.
Un equipo de científicos alemanes ha descubierto que el ADN está involucrado en ese proceso y que, a través de la vitamina D, se podría atenuar su aparición. Según reflejan en su estudio, publicado en 'Science Translational Medicine', "hay un gen directamente responsable de la inflamación característica de la alteración que parece responder a la acción de una sustancia denominada catelicidina".
Lo que han observado es que la vitamina D participa en la producción de esta sustancia en la piel humana, por lo que controlando la exposición a la vitamina D podría reducirse la inflamación en la psoriasis u otras condiciones asociadas, como la piel seca y el eczema.
La evidencia presente en el ADN sugiere que el envejecimiento celular es más avanzado en los adultos sin educación en comparación con aquellos que tienen un título universitario.
Los expertos creen que la educación puede ayudar a las personas a llevar una vida más saludable.
La Fundación Británica del Corazón dijo que el estudio desarrollado en Londres y publicado en la revista Brain, Behaviour and Immunity, reforzó la necesidad de abordar las desigualdades sociales.
Conexión entre salud y estatus socio-económico
La conexión entre la salud y el estatus socio-económico logró establecerse con precisión en esta investigación.
Un estudio reciente sugiere que las personas en riesgo de enfermedad celíaca deben hacerse las pruebas correspondientes para saber si padecen la enfermedad, aunque no tengan síntomas.
La enfermedad celíaca es un trastorno que causa problemas digestivos en el intestino delgado cuando la persona consume gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno y la cebada. El número de residentes en Estados Unidos que tienen la enfermedad ha aumentado rápidamente en las últimas décadas, pero, según los autores del estudio, se calcula que cerca de dos millones de personas tienen la enfermedad pero no lo saben.
Para el estudio, los investigadores evaluaron a 3,031 personas saludables que estaban relacionadas con alguien que tenía la enfermedad celíaca, pero que no tenía síntomas y seleccionaron 40 personas que dieron positivo para anticuerpos específicos de la enfermedad celíaca. Mediante una selección aleatoria, los miembros de ese grupo se asignaron a una dieta sin gluten o se les pidió que continuaran con su dieta normal, que contenía gluten.
Las personas que siguieron la dieta sin gluten informaron sobre una mejora en la salud gastrointestinal, así como una mejora general en su calidad de vida relacionada con la salud, en comparación con el resto, según el estudio.
Así lo ha asegurado el pediatra y médico homeópata de Murcia, Jorge Manresa, quien ha impartido el curso 'Homeopatía y Pediatría: Aplicación en dermatología', organizado por la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria de la Región de Murcia. "En homeopatía se trata una lesión cutánea concreta y se valoran las circunstancias que la hacen mejorar o empeorar en ese paciente", ha explicado.
A su juicio, se trata de "un tratamiento muy específico no sólo de la lesión sino también del enfermo y, a diferencia de los corticoides y otros tratamientos, los medicamentos homeopáticos no presentan, en general, efectos secundarios ni contraindicaciones, pudiendo aplicarse en niños, embarazadas o pacientes polimedicados", ha señalado el doctor Manresa.
En concreto, la inestabilidad en la relación de los padres cuando los niños tenían 9 meses predecía las dificultades para quedarse dormidos y dormir bien cuando los niños tenían 18 años.
Los investigadores evaluaron la relación entre la inestabilidad marital, por ejemplo, padres que se están planteando el divorcio, y los problemas de sueño de los niños como dificultades para quedarse dormidos o mantenerse en este estado. El estudio se basó, en parte, en la posibilidad de cambios en los sistemas cerebrales implicados en cómo los niños desarrollan y regulan sus patrones de sueño refleja el impacto del estrés de la familia sobre los niños.
Todo esto sucede a raíz de la ideología del DSM, pretendidamente ateórica y alejada de cualquier tipo de modelo psicopatológico. La psicopatología ya no se enseña ni en las facultades ni en los programas de formación de los residentes de psiquiatría y de psicología clínica. Resultado:
"Un desconocimiento de las bases de la psiquiatría y de la psicología clínica, una limitación considerable a la hora de explorar los pacientes y, finalmente, una limitación más que considerable a la hora de diagnosticar".
En este marco, no debe extrañar que los diagnósticos sean comórbidos (concurrencia de dos o más trastornos de salud en un mismo paciente) y que algunas categorías, como el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad), presenten comorbilidades con prácticamente todo el resto de "trastornos mentales".
La congresista estadounidense Gabrielle Giffords tiene una notable recuperación después de una herida de bala en el cerebro, dicen los médicos. Su caso muestra la capacidad de éste para restaurar algunas funciones después de una lesión sustancial, un fenómeno conocido como plasticidad, que se apoya en técnicas de rehabilitación.
"Es todavía un concepto relativamente nuevo", dijo el Dr. Sanjay Gupta, neurocirujano y corresponsal médico en jefe de CNN. "Alguna vez se pensó que el cerebro era completamente inmutable" o incapaz de cambiar después de la infancia.
"Todavía me sorprende de vez en cuando lo bien que la gente se recupera, y creo que simplemente hemos subestimado la capacidad de recuperación y regeneración del cerebro humano", dijo el Dr. Stephan Mayer, profesor de neurología y neurocirugía en la Universidad de Columbia, quien no atendió a Giffords.
Estos colectivos están movilizándose por sus derechos y cada vez son más visibles. Por ello, el próximo 13 de mayo asociaciones internacionales de personas que padecen estas enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental se reúnen en la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con María Neira, directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente.
Representan a organizaciones de 26 países, su petición la firman más de 200 profesionales de la salud y más de 240 ONG´s, fundaciones y asociaciones de afectados y preocupadas por la salud y el medioambiente. El objetivo de este encuentro es documentar ante la máxima responsable de salud ambiental de la OMS la evidencia científica existente en torno a estas patologías de origen biológico y pedirle por ello su reconocimiento oficial mediante su inclusión en el CIE, la Clasificación Internacional de Enfermedades.
A los seis meses, los niños tenían dos veces más probabilidades de padecer sibilancias, prolongándose hasta los tres años, pero en las futuras madres expuestas al BPA después del primero trimestre de embarazo, los investigadores no observaron el mismo efecto.
Los niveles de este químico considerados altos en este estudio corresponden a cifras de BPA que van desde 0,4 hasta 37,5 microgramos por litro. En concreto, el 99% de las madres analizadas tenían niveles detectables de BPA urinaria en algún momento durante el estudio, y los factores asociados con el aumento de sus niveles estaban relacionados con trabajar como cajera, comer hortalizas en conserva y la exposición al humo de tabaco.
"Cualquier peligro percibido sobre el trabajo es vivido como una amenaza a nuestra existencia total y por ello nos genera gran cantidad de ansiedad o malestar emocional. Es por ello que el estar desempleado o tener un mal trabajo genera un daño similar a nuestra integridad psicológica", advierte.
No obstante, todos estos síntomas se multiplican en la medida que el desempleo se asocia a estados de exclusión social y económica. En este sentido, el José Ángel Arbesú, coordinador de Salud Mental de Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), asegura que "la pérdida del empleo es la principal causa de ansiedad o depresión entre la población en edad laboral".
Los trastornos mentales ocupan el quinto puesto entre las causas de mayor incidencia de bajas laborales pero se sitúan en el tercer lugar en cuanto a la duración media de los procesos por incapacidad laboral temporal. Al respecto, advierte de que "las personas con bajas laborales por enfermedades mentales pueden ser percibidas socialmente como pacientes rentistas, es decir, se cree que no tienen nada, pero, la mayoría de las veces, estamos ante procesos de baja laboral que generan aún más sufrimiento en el paciente".