© Especial Science DailyJennifer Mitchell, autora principal de la investigación publicada en la revista Science Translational Medicine, y sus colegas determinaron el receptor opioide que actúa con las endorfinas (el receptor Mu)
Una investigación demostró que la cantidad de bebidas alcohólicas transforma el cerebro Dependiendo del número de tragos con alcohol que una persona beba
se liberan endorfinas en zonas del cerebro que produce sensaciones de placer y recompensa, según un estudio dirigido por investigadores de la Clínica Ernest Gallo y del Centro de Investigación de la Universidad de California, San Francisco (UCSF).
Las endorfinas son pequeñas proteínas que se producen de manera natural en el cerebro y que poseen un efecto opiáceo, pero con el consumo de bebidas alcohólicas se producen más y se acumulan en dos zonas del cerebro: el núcleo accumbens y la corteza orbitofrontal,
generando tanto placer que condiciona la adicción.
Jennifer Mitchell, autora principal de la investigación publicada en la revista
Science Translational Medicine, y sus colegas determinaron el receptor opioide que actúa con las endorfinas (el receptor Mu).
"Esto indica que
el cerebro de los bebedores excesivos cambia, de manera que es más probable que encuentren placentero el consumo de alcohol, y puede ser una pista sobre cómo esto se vuelve un problema", explicó Mitchell.
El doctor Carlos Ibáñez, psiquiatra de la Unidad de Adicciones del Hospital Clínico U. de Chile, valoró el aporte de esta investigación pues "confirma un cuerpo de evidencias que se viene conociendo hace años", aunque precisa que la información sólo da cuenta de los inicios de la conducta adictiva.
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