© Desconocido
Nicolás Martínez Lage (31 años, abogado) y Eugenia Benet (30 años, azafata), coincidieron hace unos años en la facultad con un pasado en común. Ambos tuvieron experiencias paranormales que hubieran matado de un infarto a cualquier otro.
No fue el caso y entre los dos armaron una organización sin fines de lucro que se dedica a corroborar, mediante sofisticados aparatos, lo que para ellos es una obviedad.
La Sociedad de Estudios e Investigaciones Paranormales trabaja intensamente detectando espectros en casas particulares o instituciones de Buenos Aires. Sus historias, reales y sin maquillaje ni efectos especiales, indican que si, que hay vida después de la muerte.
P: ¿Existen los fantasmas o podrían definirse de otro modo las apariciones y demás situaciones inexplicables?
-Nicolás: Por nuestra experiencia investigando "in situ" podemos decir que sí existen. Aunque claramente no podemos decir que todas las situaciones inexplicables son fantasmas o entidades. Uno de los puntos más importantes durante las investigaciones que conducimos es intentar encontrar explicaciones lógicas a las situaciones que se manifiestan. Pero una vez vencida la lógica ya podemos hablar de un fenómeno paranormal.
-Eugenia: Hay tres clases de entidades: residuales, inteligentes y demoníacas. Las primeras son las que en sus manifestaciones repiten un único y mismo patrón sin ser conscientes del entorno, sin interactuar con el ser humano. Las inteligentes son aquellas entidades que si interactuan con el hombre respondiendo preguntas, movimiento objetos o inclusive teniendo contacto físico con el ser humano. Por último, las demoníacas son aquellas entidades vinculadas a los casos de posesiones, siendo su característica principal la violencia con la que se manifiestan.