Plato hecho a base de manteca de cerdo de la Toscana, ¡una verdadera comida mediterránea!
Nina Teicholz, periodista de investigación y autora del
best-seller internacional
The Big Fat Surprise, escribió un artículo para el
BMJ (anteriormente
British Medical Journal) en septiembre de 2015, que argumenta la insuficiencia del asesoramiento científico que sustenta las directrices dietéticas (Teicholz, 2015). El título del artículo era "
The scientific report guiding the U.S. dietary guidelines: is it scientific?" ("El informe científico que guía las directrices dietéticas de EEUU: ¿es científico?"). Ian Leslie, en un artículo para
The Guardian, informa que la respuesta del
establishment nutricional fue feroz: 173 científicos (algunos de los cuales se encontraban en el panel asesor y muchos cuyos trabajos habían sido criticados en el libro de Teicholz) firmaron una carta al
BMJ, exigiendo que se retractara por el artículo (Leslie, 2016).
Destacados científicos cardiovasculares y nutricionales de 19 países pidieron la retracción. Sin embargo, hasta la fecha, el artículo sigue publicado. La BMJ ha anunciado oficialmente que no se retractará por la investigación revisada por pares después de afirmar que dos expertos independientes llevaron a cabo revisiones formales posteriores a la publicación del artículo y no encontraron motivos para retractarse (Sboros, 2016).
Sin embargo, detrás de cada práctica médica convencional, cada día se siguen fielmente pautas estrictas cuestionables. Los médicos todavía están persiguiendo metas de niveles de colesterol que a menudo son inalcanzables sin medicamentos reductores del colesterol,
pero muchos tratan de alcanzar sus objetivos con dietas extremadamente bajas en grasa, recomendadas irresponsablemente en las pautas dietéticas.
Desafortunadamente, el resto del mundo ha adoptado estos cambios en la dieta.
Los alimentos tradicionales altos en grasa han sido abandonados en favor de la estafa de la poca grasa. Los promotores de la tan aclamada dieta mediterránea, con su aceite de oliva y "bajo contenido de grasa animal", no mencionan el hecho de que entre los mediterráneos todavía existen recetas con un alto contenido graso que se transmiten de generación en generación.
Lardo di Colonnata con sus tiras curadas de tocino y hierbas y especias; la barbacoa griega que a menudo implica un cordero entero asado en una brocheta; o el
kokoretsi que se hace de los órganos internos del cordero (el hígado, el bazo, el corazón, las glándulas) enhebrado en pinchos junto con la membrana grasa de los intestinos del cordero;
todos éstos son alimentos de los longevos mediterráneos. Sin embargo, la "Dieta Mediterránea al estilo americano"
hace una selección particular de los alimentos de la dieta de la gente mediterránea para dar la imagen que desean. Irónicamente, muchos de los pueblos mediterráneos han adoptado esta versión americanizada de la "Dieta Mediterránea".
Comentario: Para más información sobre este tema, vea el excelente artículo de Joe Quinn de 2006: Es el racismo, no la defensa, lo que está en el corazón de la política israelí (en inglés), que sigue siendo verdad al día de hoy.