Traducción por el equipo de SOTT.net en español.
En este extracto de su nuevo libro, Johann Hari, quien tomó antidepresivos durante 13 años, llama a un nuevo enfoque.Los antidepresivos pueden tener un efecto positivo en algunas personas - pero no pueden ser claramente la principal solución para la mayoría de nosotros.
En la década de 1970, se descubrió accidentalmente una verdad acerca de la depresión - una que se hizo a un lado rápidamente, porque sus implicaciones eran demasiado incómodas y demasiado explosivas. Los psiquiatras estadounidenses habían producido un libro que expondría en detalle todos los síntomas de las diferentes enfermedades mentales, para que pudieran ser identificadas y tratadas de la misma manera en Estados Unidos. Se llamaba
Manual Diagnóstico y Estadístico. En la última edición, expusieron nueve síntomas que un paciente tiene que mostar para ser diagnosticado con depresión - como, por ejemplo, un menor interés en el placer o un estado de ánimo bajo persistente. Para que un médico concluyera que usted estaba deprimido, tenía que mostrar cinco de estos síntomas durante varias semanas.
El manual se envió a médicos de todo Estados Unidos y comenzaron a usarlo para diagnosticar a la gente. Sin embargo, después de un tiempo volvieron a los autores y señalaron algo que les molestaba. Si seguían esta guía, tenían que diagnosticar a cada persona afligida que atendían como deprimida y comenzar a darles tratamiento médico. Si usted pasa por una perdida de alguien, resulta que estos síntomas le vendrán automáticamente. Entonces, los doctores querían saber, ¿se supone que debemos empezar a drogar a todos los desconsolados en Estados Unidos?
Los autores consultaron, y decidieron que habría una cláusula especial añadida a la lista de síntomas de depresión. Nada de lo anterior se aplica, dijeron, si el año pasado ha perdido a alguien que ama. En esa situación, todos estos síntomas son naturales y no corresponden a un trastorno. Se le llamó "la excepción del duelo", y pareció resolver el problema.
Luego, con el paso de los años y décadas, algunos médicos a la vanguardia se hicieron otra pregunta. En todo el mundo, se les animaba a decir a los pacientes que la depresión es, de hecho, sólo el resultado de un desequilibrio químico espontáneo en su cerebro - se produce por bajos niveles de serotonina, o una falta natural de alguna otra sustancia química. No estaba causado por su vida sino por un desarreglo en el cerebro. Algunos de los médicos empezaron a preguntarse cómo encajaba esto con la "excepción del duelo". Si usted está de acuerdo en que los síntomas de la depresión son una respuesta lógica y comprensible a un conjunto de circunstancias de la vida - perder a un ser querido - ¿No podría ser esta una respuesta comprensible a otras situaciones? ¿Y si pierde su trabajo? ¿Y si está atrapado en un trabajo que odias durante los próximos 40 años? ¿Y si está solo y sin amigos?