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Dejemos algo en claro acerca de la marcha "Unir a la Derecha"
[Unite the Right] en Charlottesville, Virginia, el fin de semana pasado. Fue organizada por elementos extremistas, gente que son de hecho racistas y adoptan explícitamente el fascismo. Lo podemos ver en el hecho de que sólo atrajo a unos pocos cientos de personas a su causa, y que, en escenas que se parecen a la Ucrania "liberada" de Victoria Nuland, portaban cascos al estilo nazi, símbolos nazis, y desfilaron con antorchas mientras cantaban "los judíos no nos reemplazarán". Incluso miembros de la milicia que acudieron
se distanciaron de "aquellos lunáticos". Sin embargo, el
motivo por el cual saltaron a su defensa es otra cuestión; regresaré a ello más adelante.
Mientras que puede resultar agradable ver a los medios masivos de Occidente condenar sus payasadas sin lugar a dudas -una tarea facilitada por un fan de Hitler que se lanzó a un ataque asesino- sus vociferantes acusaciones sólo exponen su repugnante hipocresía al disculpar las payasadas igualmente neonazis que han sido vívidamente mostradas en Ucrania desde 2014. Como todos en la esfera oficial,
los medios masivos sólo gritan "¡nazi!" cuando es políticamente conveniente.Es muy conveniente que las secuelas de los eventos en Charlottesville sirvan para dividir a la derecha y socavar por lo general la respuesta popular conservadora en contra de los cánones liberales y sus servidores ultra-liberales en la academia y otros campos, que promueven sus propias versiones de absurda ideología extremista, como las "políticas de identidad", un sinsentido que está activamente socavando el tejido social, dividiendo a la población a lo largo de muchas líneas, y abriendo la puerta a sólo Dios sabe qué horrores están por venir.