"¡Cuidado, ahí vienen los musulmanes!"
Desde el humilde inicio de la guerra contra el terrorismo islámico, basado en la idea de que "nos odian por nuestras libertades" y entonces debemos "combatirlos allí para no combatirlos aquí", la gente de Occidente se ha enfrentado hasta ahora a una amenaza existencial y tienen que elegir un "bando", o de lo contrario se verán condenados al séptimo círculo del infierno, reservado para aquellos que permanecen neutrales en tiempos de crisis.Las opciones entre las que tenemos que elegir son más bien sencillas; en términos generales, sin importar si uno es de "izquierda" o de "derecha", un estúpido liberal o un fascista, si prefiere.
Los derechistas argumentan (implícita o explícitamente) que:
a) El Islam como religión con su código social y legal es totalmente incompatible con los valores occidentales (excepto por la misoginia y la homofobia). O para usar las palabras del legislador estatal de Oklahoma John Bennett, "El Islam ni siquiera es una religión; es un sistema social y político que usa a una deidad para impulsar su agenda de conquista global."
b) Por lo tanto, la inmigración de países mayoritariamente musulmanes es mala para Europa.
c) La raza y cultura blanca está bajo amenaza de la migración en masa de gente de piel oscura de países mayoritariamente musulmanes (así como los yihadistas que supuestamente se ocultan entre ellos). Los inmigrantes deben ser detenidos y la raza y cultura blanca debe ser defendida si no queremos hundirnos bajo estas olas de marxismo multicultural yihadista obligatorio.
Así que la pregunta es: ¿quién de entre nosotros en Occidente contestará a este llamado urgente a tomar las armas y detener las hordas musulmanas para defender los valores de los blancos dedicando una media hora extra al día a difundir esta postura en los medios sociales?