Nicolás Shumway, director de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Texas, acuñó el término "ficciones orientadoras" para referirse a estos mitos que se enraízan en una cultura y conducen su desarrollo y crecimiento más allá de los límites lógicos de su verdadera naturaleza, su destino y su lugar entre las demás naciones del mundo. Aunque el autor utiliza el término con una connotación positiva, dando a entender que las naciones necesitan creer estos mitos (que esencialmente son mentiras) para desarrollarse, salta a la vista que construir un Estado sobre verdades a medias y afirmar la identidad de un nación sobre la base de ser los portadores de valores que son enunciados con entusiasmo, pero apenas son puestos en práctica, equivale a edificar un espléndido y bello palacio sobre terrenos arenosos.
En su documento fundamental EE.UU. versa:
"...sostenemos estas verdades como evidentes, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su creador con ciertos derechos inalienables, y que entre ellos están la Vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad."Durante las décadas posteriores a esta declaración, EE.UU. practicó la esclavitud llevándola a extremos de violencia inimaginables. Fueron muchos los estadounidenses que consideraron a los esclavos necesarios porque era una fuerza de producción muy económica (casi gratis) que permitía maximizar las ganancias. También la tan enaltecida conquista del este norteamericano fue un largo y cruento genocidio de todas las poblaciones nativas que habitaban aquel territorio desde hacía miles de años.
Desde entonces, "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago" ha sido el lema implícito que ha conducido a esta nación y la ha encumbrado como la más poderosa del mundo. En nombre de la "libertad" han aniquilado a millones de seres humanos a lo largo del planeta, y como representantes autoproclamados de los valores humanos superiores han invadido, sometido, y conminado a la miseria a naciones enteras sin la más mínima piedad. Este mismo mito de la independencia y la libertad es el combustible de la guerra y la opresión. La población sumisa que cree en "el Sueño Americano" (y como diría el humorista George Carlin, "para soñar hay que estar dormido") permite esta realidad, y apoya invasiones, destrucción, asesinatos y sufrimiento, mientras 'sueña' que su nación es un faro de esperanza y democracia para el mundo.
Comentario: Actualización 15 de junio 2016
Más declaraciones de testigos oculares han emergido acerca de múltiples tiradores, o múltiples personas involucradas: