© Morgan & Morgan Memphis, LLCTroy Goode (derecha)
Los medios de comunicación están insistiendo en cómo los afroamericanos están siendo el objetivo de abusos (y cosas peores) por parte de la policía, en un proceso de crear algún tipo de antagonismo interracial maquiavélico que crea la ilusión de que los estadounidenses blancos no tienen nada que temer. Esto ayuda doblemente a los poderes fácticos, porque crea tensión entre los estadounidenses blancos y negros al tiempo que refuerza el adagio racista de que, "si eres blanco, estás bien."
En primer lugar, seamos claros, un asalto a las libertades de uno de nosotros es un asalto a todos nosotros. Sí, ya sé que las estadísticas a largo plazo apoyan la creencia de que los policías no tratan a los blancos tan mal como a los negros y otras minorías. Pero desde el 11-S, y especialmente en los últimos años, a menos de que seas un blanco "
WASP" [acrónimo en inglés de «blanco, anglosajón y protestante» - NdT] extremadamente rico, no importa de qué color seas: los policías pueden y van a matarte por capricho.
Habiendo dicho eso, si los policías pueden asesinar a su antojo y salirse con la suya,
todos somos víctimas potenciales. Si no somos nosotros mismos, pronto podría ser uno de nuestros hijos, hermanos o amigos que sean asesinados o encarcelados por la policía. Para respaldar esta afirmación, voy a compartir con ustedes cinco historias (de entre muchos otras) del último año más o menos, donde estadounidenses blancos sufrieron a manos de la policía estadounidense (el Estado).
1.) Troy Goode, en la foto de arriba,
fue asesinado por la policía el 18 de julio de 2015, después de atarlo de pies y manos como un cerdo camino al matadero y haberlo detenido por "comportarse de forma errática". Goode y su esposa acababan de salir de un concierto de Widespread Panic en el área de Memphis y estaban en su camino a casa cuando él saltó de su vehículo y parecía estar teniendo un mal viaje. Al parecer, fue una sobredosis de LSD, un alucinógeno conocido por hacer que la gente actúe de manera, digamos, un poco irregular. En ese estado, se asustan con facilidad, pueden sufrir incrementos en la ansiedad y la paranoia, y todo lo que necesitan para superarlo es tiempo y una persona bondadosa para calmarlos.
La última cosa que quieres es tener una interacción con la policía. Esto hace que el individuo se sienta extremadamente incómodo, y no hay ninguna amenaza física a la seguridad de la persona por parte de la droga misma. Un transeúnte resultó ser testigo del momento en que Goode y su esposa estaban fuera de su vehículo y, pareciendo completamente inconsciente de que vivimos en un estado policial, pensó que era una buena idea dar a los matones uniformados una llamada. Esos matones amarraron al hombre no violento e ignoraron sus gritos que decían que estaba teniendo problemas para respirar. Unas horas más tarde, este exitoso ingeniero químico, padre y esposo, estaba muerto.
Básicamente, este hombre estaba sufriendo un ataque de pánico y los duros matones sin entrenamiento decidieron que tenía que ser contenido, a pesar de que él no estaba siendo violento y tampoco había violado alguna ley. Empleado, casado, con un hijo y muy blanco, Troy fue asesinado por el Estado, su familia devastada.