El exdirector del Programa Mundial de Medicamentos de la OMS, Germán Velásquez lamenta que la Organización Mundial de la Salud funciona en favor de intereses privados.
Germán Velásquez, exdirector del Programa Mundial de Medicamentos de la OMS / Agencias
El doctor Germán Velásquez desembarcó en la OMS en el año 1989, su experiencia como economista le llevó a crear la Unidad de Economía de la Salud y Financiación de los Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud. Desde entonces llegó a ser Director del Secretariado de la OMS para la Salud Pública, la Innovación y la Propiedad Intelectual. Su paso por esta agencia de la ONU no fue efímero, estuvo más de 20 años y durante ese tiempo se hizo notar, entre otras cosas porque Germán Velásquez
impulsó una incansable batalla por el acceso pleno a los medicamentos a nivel mundial.
Esa lucha fue la que le llevó a realizar una investigación sobre el impacto de la Globalización en el acceso a los medicamentos, un estudio que se conoce como el
'Libro Rojo de la OMS'. Ese trabajo "enfureció a la industria farmacéutica y también a algunos países, como Estados Unidos", explica a la SER German Velásquez. De hecho, la ONU tuvo que protegerle tras sufrir varias agresiones y amenazas de muerte. Todavía hoy no quiere hablar del asunto, ni de quién estuvo detrás, aunque no tiene ninguna duda de que a determinados sectores les incomodaba la filosofía de aquel documento, que d
esmontaba la utilidad de las patentes de los medicamentos y el daño que provocaban en el acceso a los medicamentos esenciales.
Comentario: Esta organización controlada por intereses privados es la que dicta los estados de emergencia y las medidas precautorias
obligatorias en la actual "pandemia". ¿Qué intereses privados están detrás del teatro del COVID-19?, ¿Cuál es su objetivo?.
Lo más palpable hasta ahora es el pánico social y la
ley marcial disfrazada de "cuarentena".
Curiosamente, tenemos
un escenario muy similar al 11-S... pánico y estrés provocados por el ataque de un "enemigo externo" patrocinado por el mismo gobierno, y la violación de libertades básicas a favor de una "seguridad" fantasma.
En el caso actual, la
industria farmacéutica y sus practicantes de la salud patrocinados, los medios y la mayoría de los gobiernos, se han encargado de alimentar el
pánico injustificado - iniciado por la OMS - hacia el "enemigo externo", esta vez llamado COVID-19, para justificar la pérdida de libertades básicas con el pretexto de no "expandir la pandemia". Y ahora es la misma población la que exige medidas más y más draconianas, a favor de asegurar su salud.
Además de esto, vemos un fenómeno social cuyo eco se remonta a dictaduras y gobiernos autoritarios (como la Alemania nazi) del pasado, esto es, la misma población sirviendo de policía en contra de aquellos que no cumplan con la "cuarentena", o las medidas draconianas de las autoridades... rasgos de una
sociedad ponerizada.En una sociedad enferma
bajo presión comenzamos a notar con mejor claridad la profundidad
de la patología, y uno de sus elementos más notables, los seguidores autoritarios.
Joe Quinn nos comparte qué es un seguidor autoritario, en su artículo:
Patocracia mundial, seguidores autoritarios y la esperanza del mundo:
La "Personalidad autoritaria" y "seguidores autoritarios", según el diccionario Cambridge de Psicología:
Este rasgo de la personalidad consiste en la sumisión autoritaria, un alto grado de sumisión a las autoridades establecidas en la sociedad a la que se pertenece; agresión autoritaria, agresión dirigida contra varias personas en el nombre de dichas autoridades; y el convencionalismo, una fuerte adhesión a las convenciones sociales aprobados por dichas autoridades.
[...] las personas que obtienen altas puntuaciones en la escala RWA se someten totalmente y con bastante facilidad a las autoridades establecidas en sus vidas y confían en ellas mucho más de lo que la mayoría de la gente lo hace.
Apoyaron a Richard Nixon hasta el final durante la crisis del Watergate. Aquellos con una alta puntuación en RWA también creyeron en George W. Bush cuando dijo que Irak tenía armas de destrucción masiva, y apoyaron la guerra en ese país mucho después de que otros la hubieran abandonado. Los mismos están también relativamente dispuestos a dejar que las autoridades atropellen las libertades civiles y las garantías constitucionales de libertad personal. Ellos parecen pensar que las autoridades están por encima de la ley.
Bob Altemeyer, uno de los campeones en la psicología de los autoritarios, da cuenta de que los autoritarios se caracterizan por una cierta conducta cognitiva específica:
En comparación con los demás, los autoritarios no dedican mucho tiempo a examinar las pruebas, pensar críticamente, llegar a conclusiones independientes ni analizar si sus conclusiones engranan con las otras cosas que creen. (...) Ellos tienen una lista de "falsas enseñanzas" e ideologías rechazadas en sus cabezas. Pero por lo general aprendieron cuales eran las ideas malas de la misma manera que aprendieron cuales eran las buenas, de las autoridades en sus vidas. Los que obtienen alta puntuación no están preparados para pensar de manera crítica.
Echemos un vistazo a los mecanismos neurales de la personalidad autoritaria:
Un reciente estudio de imágenes realizado por el psicólogo Drew Westen y sus colegas en la Universidad de Emory ofrece un firme argumento para la existencia del razonamiento emocional. Justo antes de las elecciones presidenciales del 2004 entre Bush y Kerry, se reclutaron dos grupos de individuos; quince ardientes demócratas y quince ardientes republicanos. A cada uno se le presentó declaraciones conflictivas y aparentemente dañinas sobre su candidato, así como sobre objetivos más neutrales como el actor Tom Hanks (quien, al parecer, resulta agradable para las personas de todas las tendencias políticas).
Como era de esperar, cuando a los participantes se les pidió realizar una conclusión lógica sobre el candidato del partido político opuesto, los mismos encontraron una manera de llegar a una conclusión que hiciera ver mal al candidato, incluso aunque la lógica debería haber mitigado las circunstancias particulares y haberles permitido llegar a una conclusión diferente. Aquí es donde se pone interesante.
Cuando este "control emocional" comenzó a ocurrir, las partes del cerebro normalmente involucradas en el razonamiento no se activaron. En cambio, se produjo una constelación de activaciones en las mismas áreas del cerebro donde se experimentan el castigo, el dolor y las emociones negativas, (es decir, en la ínsula izquierda, la corteza frontal lateral y la corteza prefrontal ventromedial). Una vez que se encontró una manera de ignorar la información que no puede ser rechazada racionalmente, las áreas neurológicas del castigo se apagaron, y el participante recibió un destello de activación en los circuitos relacionados con recompensas -similar a la sensación que recibe un adicto al conseguir su dosis.
En esencia, los participantes no estaban dispuestos a dejar que los hechos se interpusieran en sus tomas de decisiones candentes y rápidas recompensas."No se activó ningún circuito involucrado en el razonamiento consciente", dice Westen. "Fundamentalmente, pareciera como si los participantes giraran el calidoscopio cognitivo hasta llegar a las conclusiones que ellos quieren, y luego las refuerzan masivamente con la eliminación de estados emocionales negativos y la activación de los positivos". [...]
En última instancia, Westen y sus colegas creen que "un razonamiento emocional parcial conduce al 'grabado' o refuerzo de una creencia defensiva, asociando el relato 'revisionista' de la información por parte del participante con emociones positiva o el alivio y la eliminación de la angustia. El resultado es que las creencias parciales se calcifican y la persona poco aprende de nuevos datos'", señala Westen. El extraordinario estudio de Westen demostró que el proceso de la información neurológica relacionada a lo que llama "razonamiento motivado" [...] parece ser cualitativamente diferente al razonamiento de una persona que no posee conexiones emocionales en las conclusiones a las que llegar.
El estudio es, pues, el primero en describir los procesos neuronales que subyacen al juicio político y la toma de decisiones, así como para describir los procesos que implican control emotivo, psicológico de defensa, el sesgo de confirmación, y algunas formas de la disonancia cognitiva. La importancia de estos hallazgos va más allá del estudio de la política: "Todo el mundo, desde los ejecutivos y los jueces a los científicos y los políticos pueden razonar a partir de juicios sesgados emocionalmente cuando tienen un interés personal en la forma de interpretar 'los hechos'," de acuerdo con Westen".
Genes Malvados
Barbara Oakley
Una persona así "piensa con un cerebro bifurcado". El Diccionario de Psicología nos dice también que: "La imagen de los seguidores autoritarios después de todos estos años de investigación está lejos de ser halagadora."
No sería la primera vez que somos testigos de pánico generalizado infundado, usado por las autoridades para manipularnos y lograr sus objetivos particulares. Aquí vemos otro fenómeno social interesante:
[...]Pavlov demostró que cuando la Inhibición Transmarginal comienza a afectar a un perro, una condición similar a la histeria se manifestaba en los humanos. Las aplicaciones de estos hallazgos a la psicología humana sugieren que para que una "conversión" sea efectiva, es necesario trabajar en las emociones del sujeto hasta que alcancen una condición anormal de miedo, rabia o exaltación. Si tal estado se mantiene o se intensifica por alguno de varios medios, el resultado es la histeria. En un estado de histeria, un ser humano es anormalmente sugestionable e influencias en el ambiente pueden causar que una serie de patrones de comportamiento puedan ser remplazados por otros sin ninguna necesidad de adoctrinación persuasiva. En estados de miedo o nerviosismo, seres humanos aceptarán las más amplias e improbables sugestiones.
Implicaciones Sociales
Los medios por los cuales la ITM opera en el individuo es más bien claro; lo que es menos claro es como la histeria afecta a grandes grupos de individuos llegando a la macro-escala. Sin embargo, desde el 11 de Septiembre de 2001, observadores científicos de la sociedad estadounidense apuntan con frecuencia que los eventos de ese día fueron un clásico ejemplo de Inhibición Transmarginal inducida en masas de personas con el fin de condicionarlos a aceptar la destrucción del gobierno democrático de E.U.
Inhibición transmarginal de Laura Knight-Jadcyk
- ¡Respire! No sucumba a la histeria patológica de la locura del coronavirusAdicional a todo esto, podríamos resaltar otro aspecto más - que ahora solo recae en el área de la conjetura -: nuestra economía basada en la especulación es fácilmente manipulable con eventos similares a esta "pandemia", y ahora sólo comenzamos a ver el impacto. Es posible que la élite político-económica tome esta oportunidad hacer modificaciones importantes al sistema económico global... como apostar por una sociedad sin dinero en efectivo:
- Medidas draconianas: La OMS recomienda pagar con tarjeta para evitar el coronavirusAdemás, resulta bastante curioso que los principales CEO de EE.UU. se deshicieran de 9 mil millones de dólares de acciones justo antes de que el virus llegara.
Por ejemplo, el CEO de Amazon, Jeff Bezos, se ahorró más de 300 millones de dólares al verter 3.400 millones de dólares en acciones de Amazon justo antes de que la pandemia del coronavirus llegara a los Estados Unidos.
¿Fue esto sólo un buen sentido comercial o está pasando algo sospechoso? El periodista de investigación Ben Swann se une a
In Question para discutir el tema:
(Puede activar los subtítulos con traducción automática al español)
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Además de esto, vemos un fenómeno social cuyo eco se remonta a dictaduras y gobiernos autoritarios (como la Alemania nazi) del pasado, esto es, la misma población sirviendo de policía en contra de aquellos que no cumplan con la "cuarentena", o las medidas draconianas de las autoridades... rasgos de una sociedad ponerizada.
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Además, resulta bastante curioso que los principales CEO de EE.UU. se deshicieran de 9 mil millones de dólares de acciones justo antes de que el virus llegara.
Por ejemplo, el CEO de Amazon, Jeff Bezos, se ahorró más de 300 millones de dólares al verter 3.400 millones de dólares en acciones de Amazon justo antes de que la pandemia del coronavirus llegara a los Estados Unidos. ¿Fue esto sólo un buen sentido comercial o está pasando algo sospechoso? El periodista de investigación Ben Swann se une a In Question para discutir el tema:
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