Esta brillante bola de fuego cruzó el cielo nocturno en la noche del 19 de enero, a las 5:11 (hora local peninsular española). Su brillo fue similar al de la Luna llena. Debido a su alta luminosidad, pudo ser vista desde la totalidad de la Península Ibérica.
El evento ha sido analizado por el investigador responsable del proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA-CSIC. Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 233 mil kilómetros por hora y procedía de un cometa.