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La policía ha revelado que el sospechoso por el tiroteo en una universidad en Oakland, California, buscaba a una trabajadora de la institución y al no encontrarla formó a sus víctimas en línea y les disparó una a una.

One L Goh comenzó a disparar al azar cuando descubrió que la administradora no estaba allí, dijo el jefe de policía de Oakland Howard Jordan este martes por la mañana.

El tiroteo tuvo lugar el lunes en la Universidad de Oikos.

El sospechoso, un ex estudiante del colegio de 43 años de edad, se entregó en un supermercado en las inmediaciones de la ciudad de Alameda.

El sospechoso llegó a la universidad con la "la intención de localizar a una administradora. A continuación, pasó a través de todo el edificio y de manera sistemática y aleatoria comenzó a disparar a la gente", dijo el Jordan a ABC News esta mañana.

"Fue una calculada ejecución a sangre fría en la clase", aseguró.

El policía dijo que el detenido, un hombre de etnia coreana identificado como One Goh, entró en el edificio que alberga la universidad, tomó como rehén a una recepcionista y buscó a una determinada administrativa.

Cuando se dio cuenta de que la mujer no estaba en el edificio, disparó contra la secretaria y luego puso a los estudiantes en fila contra la pared y les disparó uno a uno, contó Jordan.

"Los voy a matar", dijo el presunto autor a los estudiantes.

Después del tiroteo, el sospechoso abandonó el aula, recargó su arma automática y disparó de nuevo en varias clases antes de abandonar el edificio e irse en el vehículo de una víctima.

"Esto sucedió en pocos minutos", especificó Jordan, quien añadió que "creemos que las víctimas no tuvieron oportunidad de resistirse, ninguna oportunidad de entregarse".

En una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense ABC, el policía contó que las víctimas eran procedentes de Nigeria, Nepal y Corea, y que tenían entre 21 y 40 años.