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Un planeta aún no descubierto podría estar orbitando los oscuros confines del sistema solar, según una nueva investigación.

El potencial planeta parece estar haciendo sentir su presencia perturbando las órbitas de los objetos del llamado cinturón de Kuiper, explicó Rodney Gomes, astrónomo del Observatorio Nacional de Brasil en Río de Janeiro.

Los objetos del cinturón de Kuiper son pequeños cuerpos helados -entre ellos hay algunos planetas enanos- que se ubican más allá de la órbita de Neptuno.

Con sus 2.300 kilómetros de diámetro, el enano Plutón, alguna vez considerado el noveno planeta de nuestro sistema solar, por ejemplo, es uno de los objetos más grandes del cinturón de Kuiper. Hay docenas de otros objetos de cientos de kilómetros de diámetro, y cada año se descubren otros. Lo sorprendente, señaló Gomes, es que según sus nuevos cálculos, aproximadamente media docena de objetos del cinturón de Kuiper -incluyendo al lejano cuerpo conocido como Sedna- se encuentran en órbitas extrañas en relación a donde deberían estar según modelos existentes del sistema solar.

Hay algunas explicaciones para las órbitas extrañas de estos objetos, según Gomes, que presentó sus descubrimientos en una reunión de la American Astronomical Society de Timberline Lodge, Oregón, Estados Unidos.

La más sencilla es que hay un planeta que órbita muy lejos de nuestro sol pero que es lo suficientemente masivo como para tener efectos gravitacionales sobre los objetos del cinturón de Kuiper.

En su nuevo trabajo, Gomes analizó las órbitas de 92 objetos del cinturón de Kuiper, luego comparó sus resultados con modelos de computadora sobre la forma en que deberían distribuirse los cuerpos, con y sin un planeta adicional.

La conclusión de Gomes es que si no hay un mundo distante, los modelos no producen las órbitas tan elongadas que vemos en seis de los objetos.

No resulta claro qué tan grande exactamente podría ser el cuerpo planetario, pero hay muchas posibilidades, agregó Gomes.

En base a sus cálculos, Gomes cree que el efecto podría estar causado por un mundo del tamaño de Neptuno, aproximadamente cuatro veces más grande que la Tierra, que órbita a 225.000 millones de kilómetros del sol, casi 1.500 veces más lejos que la Tierra.

Pero también tendría ese efecto un objeto del tamaño de Marte -aproximadamente la mitad del tamaño de la Tierra- en una órbita muy alargada que ocasionalmente lleve al cuerpo a aproximarse a 8.000 millones de kilómetros del sol.

Gomes especula que el objeto misterioso podría ser un planeta expulsado de su propio sistema estelar y capturado por la gravedad del sol.

El planeta también podría haberse formado más cerca de nuestro sol, y haber sido expulsado por encuentros gravitacionales con otros planetas.

No obstante, será un desafío encontrar un mundo de ese tipo. Para comenzar, el planeta sería bastante oscuro. Además, las simulaciones de Gomes no aportan a los astrónomos ninguna clave acerca de hacia dónde apuntar sus telescopios. "Puede estar en cualquier parte", dijo el científico.

Otros astrónomos se muestran intrigados pero quieren muchas más pruebas antes de admitir -otra vez- que el sistema solar tiene nueve planetas.

"Obviamente, encontrar otro planeta en el sistema solar es algo importante", dijo Rory Barnes, astrónomo de la Universidad de Washington. Pero, añadió que "no creo que él tenga realmente ninguna prueba que sugiera su existencia".

Sin embargo, admitió que Gomes "diseñó una forma de determinar de qué manera un planeta de este tipo podría esculpir partes de nuestro sistema solar. Entonces si bien, sí, todavía no hay pruebas, creo que lo importante es que nos demostró que hay una forma de encontrar esas pruebas".

Douglas Hamilton, astrónomo de la Universidad de Maryland, coincide en que los nuevos descubrimientos distan mucho de ser definitivos.

"Lo que él demostró con sus argumentos sobre probabilidades es que es ligeramente más probable. Todavía no tiene pruebas contundentes".

Y Hal Levison, astónomo del Southwest Research Institute de Boulder, Colorado, dice no estar seguro acerca de qué hacer con el descubrimiento de Gomes.

"Me parece sorprendente que un compañero (solar) tan pequeño como Neptuno pueda tener el efecto que él observa. Pero conozco a Rodney, y estoy seguro que hizo bien los cálculos".