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El e-book liberó a los lectores de novela erótica del engorroso trámite de forrar las cubiertas de los libros de papel para evitar las miradas incómodas en el metro o en el autobús. Cierto. Pero todo tiene su contrapartida.

Según The Wall Street Journal el Gran Hermano de la lectura ya está aquí y los usuarios de lectores electrónicos tendrán que acostumbrarse a que se estudien sus movimientos lectores para recabar datos como el siguiente: quienes leyeron Danza de dragones de George R. R. Martin en un lector Nook tardaron una media de 20 horas en terminarlo.

Antes la lectura era un acto solitario y privado. Pero ahora si lo que se tiene entre manos es un e-books empieza a no estar tan claro.

Según el artículo de The Wall Street Journal, Amazon, Google y Apple, las plataformas que lideran el sector del libro electrónico, pueden saber cuántas horas dedicamos a la lectura, en qué página abandonamos definitivamente un libro, qué fragmentos subrayamos, qué palabras buscamos... Unos datos de gran valor para los editores, que hasta ahora sólo podían medir el éxito o fracaso de sus libros por las cifras de venta, y una tendencia que potencialmente puede modificar la forma en que los autores escriben y los editores publican.