inmigrantes indocumentados se sindicalizan
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Cientos de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, que son más fáciles de explotar, comienzan a organizarse en sindicatos para garantizarse un salario mínimo y un pago por enfermedad y vacaciones.

Los inmigrantes reivindican, como todos los trabajadores en Estados Unidos, su derecho a gozar de las prestaciones mínimas legales y de un salario que, en Nueva York, no puede ser menor de 7,25 dólares la hora y de 10,88, en caso de tiempo extra.

Jesús Nájera, un inmigrante hondureño residente en el condado de Brooklyn, en Nueva York, que trabaja en un supermercado, al instar a los patrones a que respeten los derechos de los inmigrantes, ha indicado que se siente contento después de casi un año de estar sindicalizado.

El sindicato de Master Food, homónimo al del supermercado donde trabaja Nájera, fue creado bajo la supervisión de Comunidades de Nueva York para el Cambio (NYCC, por sus siglas en inglés) y al igual que otros organismos civiles, asesora a inmigrantes indocumentados para que accedan a los beneficios a los que tienen derecho por ley.

NYCC sindicaliza a trabajadores de supermercados y de centros de lavado de vehículos, dos de los negocios donde más se violan los derechos de los trabajadores, y hasta el momento, han logrado contratos para unos 300 trabajadores.

Recientemente, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha aprobado una nueva ley que suspende las deportaciones y ofrece permisos de trabajo, por dos años, a inmigrantes no autorizados menores de 30 años; no obstante, el plan es visto por unos como un avance en materia migratoria y, por otros, como un acto de campaña electoral de cara a los comicios presidenciales que se celebrarán el próximo 6 de noviembre.

Los pequeños empresarios en Estados Unidos prefieren emplear a los inmigrantes indocumentados, que saben poco inglés e ignoran sus derechos, porque les urge un trabajo, bajo las condiciones que sea, y porque si se quejan, los despiden sin explicaciones o compensaciones.