Brutalidad policial en EEUU
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El uso excesivo de la fuerza por parte de la policía estadounidense ha originado una nueva serie de críticas en el país norteamericano, tras varios actos de brutalidad policial en contra de ciudadanos de Los Ángeles.

Tres violentos altercados en los que se han visto implicados agentes de policía han obligado a agrupaciones de activistas de derechos civiles a llamar a una reunión de emergencia con el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés), Charlie Beck, para revisar las políticas de detención y el uso de la fuerza de ese órgano estatal.

Los tres incidentes comenzaron durante encuentros que podrían haber sido completamente rutinarios, pero el incorrecto proceder de la policía los convirtió en actos de violencia, según informó el sábado el periódico 'Los Angeles Times'.

Hace varias semanas, un vídeo captado a través de la cámara de un teléfono móvil mostraba a cuatro policías utilizando fuerza excesiva contra de un joven de 20 años que se resistió a su arresto, incluso uno de los agentes llegó a golpearle en la cara.

Esta semana, otra cinta de vídeo expone cómo dos oficiales esposaron a una enfermera y la pegaron por haber utilizado su móvil mientras conducía en el Valle de San Fernando, situado en Los Ángeles, conocida como la ciudad más poblada y extensa del estado de California.

Sin embargo, el incidente más grave surgió el jueves, cuando las autoridades de policía de dicha ciudad revelaron que una mujer había muerto en julio durante un enfrentamiento. La policía alega que la mujer en primera instancia acudió a la comisaría para dejar a sus hijos pues (ella) aseguró que no podía hacerse cargo de los niños. Luego, agentes retornaron a la casa de la mujer para arrestarla por supuesta negligencia infantil. Poco después la mujer fue hallada muerta.

La policía estadounidense permite a sus oficiales patrullar los barrios negros o latinos, detener a cualquier persona ante la más mínima sospecha de actividad ilegal.

Un informe muestra que un total de 54 personas fallecieron tiroteadas por policías de Los Ángeles en 2011, un aumento del 70 por ciento en comparación con 2010.