Traducido por el equipo de Sott.net en español

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© Associated PressOficiales de policía de Amtrak muestran el equipo que portarán como parte de las nuevas medidas de seguridad.
No le toma mucho tiempo a un burócrata crear un imperio. John Pistole, el agente del FBI que tomó el mando de la Agencia de Seguridad de Transporte (TSA) de EEUU el 1 de julio, declaró a USA Today dieciséis días más tarde que la protección de trenes y trenes subterráneos contra ataques terroristas sería para él una prioridad tan alta como la del transporte aéreo.

Es difícil imaginar a los neoyorquinos como blanco del porno-escaneo y el manoseo sexual en plataformas subterráneas llenas de gente o presentándose una o dos horas antes de lo planeado para un viaje de quince minutos. Pero una vez que los burócratas encajan los dientes, llevan el absurdo a sus conclusiones lógicas. Luego serán los autobuses, aunque es aún más difícil imaginar paradas de autobús como zonas de seguridad con escaners y manoseadores inspeccionando pasajeros antes de abordar.

¿Seguirán entonces con los pasajeros de taxis? En las tierras musulmanas en las que el gobierno de EEUU ha venido asesinando a sus ciudadanos por años, las armas favoritas para responder contra los norteamericanos son los carros y camiones bomba. ¿Cuánto tiempo lo tomará a Pistole anunciar que la Gestapo de la TSA instalará retenes en las calles, carreteras y autopistas interestatales para detectar carros bomba? Ese viaje de 15 minutos a la tienda de alimentos se convertirá entonces en un asunto de todo un día.

En efecto, ya ha comenzado. El pasado septiembre, agentes de Seguridad Nacional (Homeland Security), de la TSA y del Departamento de Transporte de EEUU, apoyados por la oficina del alguacil del Condado Douglas, condujeron una operación anti-terrorista en la concurrida autopista interestatal 20 a las afueras de Atlanta, Georgia. La operación, llamada VIPER (Prevención y Respuesta Visible Inter Móvil), requirió que todos los camiones de carga fueran detenidos para buscar bombas. Los agentes federales utilizaron perros, aparatos de escaneo, y una enorme máquina de detección de bombas. Imaginen lo que los retrasos le hicieron a los horarios de entrega y a los productos de los conductores.

También han habido reportes de noticias que indican que existen camiones federales equipados con aparatos de rayos X que secretamente escanean carros y peatones.

Con tan costosas actividades anti-terroristas, tanto en términos de los presionados pagadores de impuestos como de las libertades civiles, uno pensaría que hay bombas a punto de explotar por todo Estados Unidos de América. Pero por supuesto, no es así. No ha habido un solo acto terrorista exitoso desde el 11-S, y miles de expertos independientes dudan de la explicación del gobierno sobre tal evento.

Desde entonces, los actos terroristas domésticos han resultado ser operaciones encubiertas del FBI en las cuáles agentes del FBI organizan a miembros de la sociedad insatisfechos y no muy brillantes y los llevan a demostrar interés en participar en actos terroristas. Una vez que el agente del FBI, que pretende ser un terrorista, tiene éxito en provocar las palabras correctas y registrarlas en una grabadora escondida, los "terroristas" son arrestados y el "complot" expuesto.

El mismo hecho de que el FBI tenga que orquestrar actos terroristas falsos prueba la ausencia de actos terroristas reales.

Si los norteamericanos fueran más críticos y menos crédulos, se preguntarían por qué tanto énfasis sobre el transporte cuando hay tantos blancos suaves. Centros comerciales, por ejemplo. Si hubiera suficientes terroristas en EEUU para justificar la existencia de Seguridad Nacional, habría bombas explotando las 24 horas en centros comerciales en cada estado. El efecto sería todavía más aterrorizante que detonar una bomba en un avión.

En efecto, si los terroristas quisieran atacar a los viajeros aéreos, no tendrían que abordar aviones. Lo único que tendrían que hacer es unirse a las masas de pasajeros en espera de pasar a través de los escáners de la TSA y detonar sus bombas. Convenientemente, la TSA ha aglomerado a los blancos.

La prueba final de que no hay terroristas es que ninguno de los neoconservadores o de las autoridades de gobierno del régimen de Bush responsables por las invasiones de Iraq y Afganistán, ni del régimen de Obama responsables por las masacres de paquistaníes, yemenitas y somalíes, han sido asesinados. Ninguno de estos norteamericanos, responsables por las mentiras, engaños e invasiones que han destruido las vidas de incontables musulmanes, cuenta con protección de seguridad. Si los musulmanes fueron capaces de llevar a cabo el 11-S, ciertamente serían capaces de asesinar a Rumsfeld, Wolfowitz, Perle, Feith, Libby, Condi Rice, Kristol, Bolton, Goldberg y muchos otros, a la misma hora del mismo día.

No estoy promoviendo que los terroristas asesinen a nadie. Simplemente estoy haciendo la observación de que si el gobierno de EEUU estuviera bajo acecho de los terroristas, como dicen los burócratas constructores de imperios, definitivamente estaríamos experimentando dramáticos actos terroristas. No es creíble que un gobierno que fue incapaz de prevenir el 11-S sea tan omnisapiente como para evitar el asesinato de neoconservadores sin protección y ataques con bombas en centros comerciales.

Si Al Qaeda fuera la organización que el gobierno de EEUU dice que es, no estaría enfocada en blancos triviales como aviones de pasajeros. La organización, si es que existe, estaría enfocada en sus verdaderos enemigos. Intenten imaginar el valor propagandístico de los terroristas eliminando a los neoconservadores de un solo golpe, seguido por el anuncio de que cada miembro del gobierno federal hasta el puesto más bajo, cada miembro de la Cámara de Representantes y del Senado, así como cada gobernador, estaría en la lista para ser eliminado.

Eso sería terrorismo verdadero en lugar de las farsas asociadas con zapatos bomba que no funcionan, ropa interior bomba que según expertos independientes no puede funcionar, y bombas en botellas de agua y champús que según los expertos no pueden ser preparadas en baños de avión.

Piénsenlo. Una organización terrorista capaz de superar en astucia cuatro veces en una hora a las 16 agencias de inteligencia de EEUU, todas las agencias de los aliados de EEUU, incluido el Mossad de Israel, el Consejo de Seguridad Nacional, NORAD, el tráfico de control aéreo, el Pentágono y la seguridad de aeropuertos ¿pondría su incomparable prestigio en riesgo con poco confiables zapatos bomba, champús bomba y ropa interior bomba?

Después del éxito con la destrucción de las Torres Gemelas y parte del Pentágono, es una caída extraordinaria atacar solamente un avión. Una persona que ha ganado fama noqueando al campeón mundial de peso completo, ¿haría el ridículo robando el dinero del almuerzo de niños de escuela?


La TSA es una amenaza mucho mayor para los norteamericanos que los terroristas. Pistole se ha burlado de los senadores y representantes de EEUU, legisladores estatales, y el público viajero que han expresado sus puntos de vista de que el cateo al desnudo virtual y el abuso sexual son un precio demasiado alto a pagar a cambio de la "seguridad". En efecto, la TSA con sus actitudes y métodos de la Gestapo está teniendo éxito en aterrorizar a los norteamericanos más que los terroristas.

Decídanse. ¿Qué les aterroriza más? ¿Los terroristas, a los cuales muy probablemente nunca verán en sus vidas, o la TSA, que verán cada vez que viajen en avión y pronto, de acuerdo a Pistole, cada vez que tomen un tren, un tren subterráneo, o cada vez que conduzcan un automóvil o camión?

Antes de decidirse, consideren este reporte de Antiwar.com del 19 de noviembre: "Oficiales de la TSA dicen que cualquiera que se rehúse tanto a los escáners de cuerpo completo como a los procedimientos de cateo serán detenidos. A los detenidos no sólo se les prohibirá viajar en avión, sino que serán detenidos de modo indefinido como sospechosos de terrorismo... Una oficina de alguacil declaró que ya se estaba preparando para hacerse cargo de un gran número de detenidos y planeaba tratarlos como terroristas."

¿Quién está haciendo sumisos a los norteamericanos, los terroristas o la Gestapo de la TSA?