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Un artículo publicado en la revista francesa El diario médico cuestiona de nuevo uno de los adyuvantes más utilizados en las vacunas, las sales de aluminio.
Las sospechas que planean sobre las sales de aluminio que se utilizan en las vacunas deben investigarse de manera más profunda. Eso es lo que ha solicitado la eurodiputada Michèle Rivasi. Los daños que puede provocar esta sustancia es objeto de debate desde hace tiempo. Y vuelve a estar de actualidad debido a la decisión tomada por la Agencia francesa del Medicamento de denegar financiación a un proyecto de investigación del profesor Romain Gherardi que llevaba ya 18 años estudiando el problema.

Investigaciones sobre la biodisponibilidad del aluminio inyectado por vía intramuscular han puesto de manifiesto que las partículas de aluminio aparecen de manera retardada en el cerebro y se acumulan en él. Otros equipos de investigación han planteado igualmente dicha cuestión de la neurotoxicidad de las sales de aluminio y evocado su responsabilidad en diferentes patologías.

La denegación de esta ayuda que iba a ser destinada a profundizar en la seguridad de los adyuvantes de las vacunas es una clara decisión política. Parece que la Ciencia no interesa cuando sus resultados ponen en cuestión algunos productos en torno a los que giran enormes intereses económicos, como las vacunas. Gherardi no cuestiona las vacunas destinadas a combatir plagas pero sí este concreto adyuvante hecho con aluminio.

La eurodiputada Michèle Rivasi pide una moratoria para las vacunas que contengan sales de aluminio.

En Francia, varias vacunas que también se venden en España contienen adyuvante alumínico (Cervarix, Gardasil, Prevenar 13 y las vacunas contra la hepatitis B, Genhevac, Engerix, HbVaxPro, Twinrix, Infarix, Hexa, Fendrix).