Imagen
© desconocido
El viceministro de Defensa británico, Andrew Robathan, trató de ocultar este martes las misiones de los drones ingleses en Oriente Medio.

A pesar de la revelación de documentos que confirman la utilización de estas aeronaves por parte de las fuerzas británicas, y también indican su incapacidad para el manejo de estos drones, Robathan no quiso confesar su utilización.

Esta noticia se dio a conocer después de que un drone de espionaje, dirigido por los británicos, se estrellara en una base militar inglesa en Afganistán, en 2011.

Aunque Robathan desmintió el suceso, John McDonnell, miembro del Parlamento británico por el partido laborista, reveló este martes que más de 3.000 civiles han perdido la vida por los ataques de los drones en Afganistán.

El parlamentario conservador, Rehman Chishti, advirtió sobre el número de víctimas civiles a causa de los ataques de aviones no tripulados.

Preocupada por la creciente cifra de víctimas mortales a causa de los ataques de aparatos teledirigidos de Washington y sus aliados en diferentes países, la ONU urgió a mediados del pasado agosto a los países involucrados en este tipo de acciones a abrir una investigación independiente sobre los asaltos realizados en diferentes lugares del mundo, y en caso de no hacerlo, el organismo mundial se vería obligado a intervenir en el asunto.