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La decisión fue confirmada el lunes por Adam Sweet, portavoz del ministro de Medio Ambiente de Canadá, Peter Kent; tras haberse concretado el sábado 15 de diciembre; un año después de que el país norteamericano comunicara a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) su disposición de abandonar el acuerdo internacional.
Sin embargo, ni el ministerio de Medio Ambiente, ni el Gobierno canadiense se pronunciaron durante el fin de semana al respecto.
De acuerdo con el vocero de la cartera de Medio Ambiente, el anuncio de la retirada fue comunicado el año pasado y que simplemente "el sábado se efectuó".
Sweet se reusó a proporcionar más detalles respecto a las razones por las que Ottawa tomó esta decisión y alegó que el pacto "no es el camino hacia adelante para una solución global al cambio climático".
Muchas instituciones y partidos políticos han expresado su repulsa a la decisión del Gobierno canadiense de abandonar el acuerdo climático.
El opositor Partido Verde de Canadá señaló que la confirmación de la salida de Canadá del Protocolo de Kioto supone "una vergüenza" para el país.
La líder del Partido Verde, la diputada Elizabeth May, en un comunicado, señaló que la medida supone un "ojo morado" en la popularidad internacional de Canadá.
"Esta decisión amenaza la imagen de Canadá en el mundo y, lo que es más importante, el futuro de nuestros hijos", advirtió May.
Mientras que, en 1990, Canadá emitió 589 millones de toneladas de gases con efecto invernadero, en 2010, esa cifra alcanzó 692 millones de toneladas; un aumento del 17 %, cuando, de acuerdo con los compromisos alcanzados por Canadá bajo el Protocolo de Kioto, Ottawa tenía que haber reducido sus emisiones un 6 %.
El Protocolo de Kioto es un pacto para reducir las emisiones de dióxido de carbono con el objetivo de encarar el cambio climático.
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