Meteoorito de Cheliábinsk
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El meteorito que cayó hace dos meses en el sur de los Urales, en las afueras de Cheliábinsk, podría dejar a su población sin agua.

Si retiran del fondo del lago Chebarkul la mole del meteorito de media tonelada podría sobrevenir una catástrofe local. Y es que resulta que ese lago es la única fuente de agua potable para la población de la ciudad homónima. Las autoridades locales y los científicos están buscando la forma de extraerlo sin dañar, al mismo tiempo, el sistema urbano de abastecimiento de agua.

El fondo, en el lugar de la caída del fragmento, está cubierto por una capa de medio metro de légamo en el que el meteorito quedó literalmente enredado. Los equipos que absorben el fondo no sirven de ayuda pues enturbiarían el agua lo que significa dejar la ciudad sin el vital elemento.

Los especialistas proponen dos posibles operaciones tecnológicas: hacer pequeñas perforaciones en el fragmento y fijar en ellos ganchos. Luego, con la ayuda de cables, levantar muy cuidadosamente el meteorito.

Pero, he aquí que un científico de la República Checa, Günther Kletechka, propuso una tecnología excepcional de "pesca" submarina del meteorito. El geofísico, biólogo y astrobiólogo ha inventado una forma radical y segura. Günther Kletechka, quien lleva trabajando catorce años en la NASA, donde participó en el lanzamiento del Curiosity, el robot que opera en Marte, propuso congelar el légamo que abraza el meteorito lo cual no es difícil de lograr, dado que la temperatura en el fondo del lago es de tan solo tres grados sobre cero Celsius, explica el geofísico checo:
"El principio es el siguiente: sobre el meteorito hay diez metros de agua, al que se agregan los tres metros de légamo en el que literalmente se hundió cuando fue a dar al fondo del lago. Ante todo, hay que retirar la capa de légamo para instalar en el meteorito un sensor."
El sensor es indispensable para calcular con exactitud el peso y el tamaño de este advenedizo del cosmos. Luego, se hacen llegar tubos hasta el meteorito por el que fluirá nitrógeno líquido. Así, todo el entorno se congela, formándose una especie de ladrillo de légamo que podrá ser retirado sin perjuicio alguno para el sistema urbano de abastecimiento de agua, afirma Günther Kletechka:
"En el fondo será necesario instalar una lancha neumática sobre la que se alojará el meteorito. Luego será necesario tan solo inflar la lancha para reflotar el cuerpo celeste".
De suerte que no habrá que remover el légamo, esparciéndolo por el lago y ensuciando así el embalse. El investigador checo asegura que el meteorito pudo traer a la Tierra organismos del cosmos que nadie piensa naturalmente dejarlos correr por el acueducto urbano.

Los científicos rusos determinaron ya con exactitud el lugar donde reposa el meteorito. Con la ayuda de un magnetómetro trazaron el mapa magnético del lago y descubrieron una anomalía a cincuenta metros del claro en el hielo que dejó, después de la caída, este advenedizo extraterrestre. En los próximos días, se planea comenzar los trabajos de reflotación del meteorito.