"Bueno estas son las 2 pantallas principales que tenemos, donde estamos viendo en tiempo real la señal sísmica de todas la estaciones de la RESCO, y aquí lo que estamos viendo al principio es un derrumbe de rocas en el volcán en el sector oeste, luego la ocurrencia de una pequeña explosión en la cima del mismo", señaló Gabriel Reyes, director del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima.
Se calcula que la cantidad de ceniza acumulada en las faldas del volcán tiene una altura de 3 metros. Los derrumbes son fragmentos del domo que colapsan por el edificio volcánico.
"Estamos observado los derrumbes que ahorita están corriendo mucho", destacó Nick Varley, vulcanólogo de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima.
Esta es una secuencia del crecimiento del actual domo. En las imágenes de arriba se puede apreciar cómo crece este domo sobre la cima del cráter. El material que se acumula en la cima es el resultado de pequeñas erupciones.
Este nuevo domo comenzó a crecer a finales del mes de enero 2013 y a la fecha tiene más de 2 millones de metros cúbicos de material.
"Los domos cuando crecen hasta llenar todo el cráter tienen un volumen como de 2 millones de metros cúbicos, y de esa cantidad, bueno siempre hay la posibilidad colapsos parciales", explicó Nick Varley, vulcanólogo de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima.
"Es un nivel considerable de actividad, todavía son principalmente derrumbes y pequeños eventos de tipo explosivo, que son percibidos en la cercanía de volcán, fundamentalmente", añadió Gabriel Reyes, director del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima.
La zona de exclusión se mantiene a 7.5 kilómetros desde la cima.
"Nuestra mayor preocupación es el oeste del volcán, hacia la barranca La Lumbre, hacia la zona de la Yerbabuena", dijo Gabriel Reyes, director del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima.
Por lo pronto continúan restringidas las actividades recreativas en la zona volcánica.
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