Cheliábinsk
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El meteorito que cayó en Rusia el 15 de febrero no solo asustó a la gente y causó daños materiales, sino que también dejó un enorme rastro de polvo que 'abrazó' el hemisferio norte de la Tierra y no se dispersó hasta 3 meses después, según la Nasa.

La Nasa ha publicado un video que muestra el polvo del meteorito que cayó en Cheliábinsk rodeando el planeta.

Según los satélites de la Nasa, la explosión del meteorito levantó una pluma de polvo que, moviéndose a una velocidad de 300 kilómetros por hora, regresó a Cheliábinsk cuatro días después. El polvo se quedó en el aire los tres meses siguientes, según los datos de la Nasa.


El estudio de la huella del meteorito es algo único, según los científicos. "Hace treinta años solo podíamos afirmar que el rastro se había embebido en la corriente en chorro de la estratosfera", dijo Paul Newman, jefe científico del Laboratorio de Ciencias Atmosféricas Goddard. "Hoy nuestros modelos nos permiten rastrear con precisión el polvo del bólido y entender su evolución a medida que avanza en todo el mundo".

El meteorito, que tenía unos 18 metros en diámetro y pesaba unas 11.000 toneladas, apareció el 15 de febrero en el cielo de Cheliábinsk inesperadamente. Entró en el atmósfera a 18,6 kilómetros por segundo y explosionó a unos 20 kilómetros por encima de la ciudad. La explosión produjo más de 30 veces la energía de la bomba atómica que destruyó Hiroshima, y dejó más de mil heridos y muchos daños materiales.