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© AFPOrganización de las Naciones Unidas (ONU)
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, señaló que "el amplio alcance de los sistemas nacionales de vigilancia por razones de seguridad, incluyendo en Estados Unidos y el Reino Unido, y su impacto en las personas, sigue generando inquietud"

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, desgranó hoy la lista de conflictos y dramas humanitarios más graves del mundo, al tiempo que alertó de que los programas nacionales de vigilancia de personas amenazan el derecho a la intimidad.

"El amplio alcance de los sistemas nacionales de vigilancia por razones de seguridad, incluyendo en Estados Unidos y el Reino Unido, y su impacto en las personas, sigue generando inquietud", dijo Pillay.

Por ello instó a los países a adoptar normas que protejan la privacidad individual de una "dramática intrusión" a través de las tecnologías modernas.

Este llamamiento sigue al escándalo internacional que provocó la revelación de la existencia de un sistema de espionaje cibernético en Estados Unidos con fines de inteligencia.

La información fue filtrada a la prensa por el ex consultor de la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU Edward Snowden, ahora asilado en Rusia.

En relación a las violaciones de derechos humanos más alarmantes -por causa de conflictos armados o revueltas populares-, Pillay centró su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos en Oriente Medio.

Aparte de la situación en Siria -para la que pidió una "negociación inmediata" al tiempo que se opuso a una acción militar desde el exterior o a que se siga suministrando armas a las partes del conflicto-, la representante de la ONU manifestó su preocupación por lo que sucede en Irak, Egipto, Bahrein, Turquía y en los territorios palestinos.

De Irak dijo que se encuentra "bajo el asalto de una nueva ola de violencia" por motivos claramente sectarios, con atentados y ataques contra civiles que han provocado 1.800 muertes en los dos últimos meses.

A la alarma que provoca el alto coste humano de este nuevo periodo de violencia extrema en Irak se suma -indicó Pillay- "la "impunidad de los responsables".

La principal crítica de la alta comisionada al Gobierno iraquí fue por la excesiva aplicación de la pena de muerte, con 123 prisioneros ejecutados en 2012 y 75 en lo que va de año, "con un inmenso riesgo de error" debido a la debilidad del sistema penal de justicia.

Sobre Egipto, Pillay reclamó que se investiguen de forma independiente los asesinatos y otras violaciones de los derechos humanos ocurridos a raíz de las protestas ciudadanas de los últimos meses y tras el derrocamiento del ex presidente Mohamed Mursi.

Pidió al Gobierno actual que restablezca el Estado de derecho en un "proceso que incluya a todos los egipcios, independientemente de sus opiniones políticas, religión, estatus o género".

Pillay lamentó también los pasos atrás que ha dado el Gobierno de Bahrein en su compromiso para que se investiguen excesos cometidos en las acciones para reprimir manifestaciones pacíficas.

También pidió a Turquía que garantice de forma más "coherente" la protección del derecho a las protestas pacíficas, a la libertad de expresión y el derecho de reunión, evitando cualquier uso excesivo de la fuerza policial.

Finalmente, la representante de la ONU criticó a Israel por continuar con su "política de desalojos forzados y demoliciones en al menos seis lugares diferentes tan solo en las últimas tres semanas".

Estas acciones han tenido lugar en Cisjordania y en Jerusalén este, en algunos casos sin que siquiera se ofrezca alguna alternativa de alojamiento a las víctimas, una actitud que puede estar violando normas del derecho internacional y hasta las Convenciones de Ginebra, que regulan el derecho humanitario.