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Traducción por SOTT.net

He estado leyendo otro comentario devastador del autor norteamericano Chris Hedges sobre la tiranía despótica del Estado, y me dio que pensar en relación a esta popular noción de "levantarse contra" los opresores. El análisis de Hedges da en el blanco, pero siento que a su conclusión de que deberíamos "derribarlos" para escapar le falta algo importante.

[Expresiones como] "levantarnos contra nuestro opresor", "recuperar el país", y "derrocar a la clase gobernante", asumen que ellos están 'allí arriba', para empezar. Sí, es cierto que de muchas maneras ellos sí lo están. A través de la dominación de la industria, el Gobierno, los medios de comunicación, la educación y demás; ellos invariablemente influyen - incluso controlan - casi cualquier cosa material en nuestro mundo; ellos poseen la mayoría de las riquezas, trabajan en edificios muy altos, viven en suburbios elevados y, generalmente, miran hacia abajo desde su singular punto de ventaja a las masas viviendo en los barrios bajos.

Pero cuando se trata de las cosas importantes - el carácter moral, la experiencia mundana, las habilidades creativas y la inteligencia básica - ¿qué poseen realmente? Poco en realidad. De hecho, creo que podríamos considerar el caso de que, psicológicamente hablando, están realmente bastante lejos "allá abajo" en la escala de lo que se tiene y lo que no se tiene.

Así que ellos ciertamente no constituyen un ejemplo moral a seguir. Bien, entonces ¿para qué necesitamos el Estado? La teoría política estándar enseña que el Estado es el árbitro definitivo del contrato entre las personas sin el cual todo sería un caos sin ley. Dejados a la suerte de sí mismos, afirman esquizoides como Thomas Hobbes, la vida para los humanos sería "solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta". Yo no estoy seguro. De hecho empiezo a pensar que es todo lo contrario: la vida es mayormente brutal debido al Estado.

Aunque basado en investigaciones que datan de más de 80 años, Ponerología Política de Andrew Lobaczewski es el texto clásico para entender cómo los psicópatas y sujetos con comportamientos alterados infectan la sociedad desde "arriba" hacia abajo, no menos que a través de sus demenciales teorías que revelan un desprecio apenas disimulado por la naturaleza humana. Estudios han hallado que la "intelligentsia" es generalmente mucho menos inteligente que el ciudadano promedio al que ellos 'guían'.

Un estudio, citado en el excelente libro de Robert Kirkconnell American Heart of Darkness [Oscuridad del Corazón Americano - NdT], una revisión de la historia de los Estados Unidos a través de las lentes de la Ponerología, halló que el 58% de los norteamericanos son más inteligentes que el presidente norteamericano promedio. Y en términos de carácter moral, se concluyó que la mayoría de los presidentes no tienen casi ninguno en relación al promedio nacional. No hay dudas de que hay variaciones y excepciones a las reglas a través del tiempo y el espacio, pero creo que esto sustenta la aseveración de que, en general, no necesitamos al Estado, y ciertamente no en su forma de Leviathan, la cual comienza con la presunción de que el hombre es inherentemente malo y, en consecuencia, debe confiar en el Estado para conferirle una moralidad objetiva desde su exterior.

[A propósito, pueden escuchar nuestra reciente entrevista con Kirkconnell en SOTT Talk Radio aquí.]

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Estoy de acuerdo en que las generalizaciones extremas son por lo general muy simplistas; el mundo y la psicología humana son complejos, y entonces, las soluciones "finales" y "simples" han contribuido a meternos en este lío. Por supuesto algunos investigadores en particular son realmente expertos en su campo, algunos burócratas en particular son realmente buenos administradores, algunos militares son guerreros naturales, y ¡diablos!, algunos banqueros son excelentes contadores.

Todas estas funciones pueden tener (y tienen) un rol productivo en la sociedad. Pero sospecho que, en general, la importancia de las clases gobernantes de cualquier sociedad dada - y estoy incluyendo aproximadamente el 10-20% 'de arriba' aquí, aunque el porcentaje puede variar de lugar en lugar, y su impacto negativo probablemente disminuye cuanto más se desciende en la escala de poder/riqueza - está groseramente inflada, casi de la misma forma en que el mercado de valores no añade nada productivo a la economía real del trabajo y el capital - sólo distorsiona todo e interfiere con una distribución eficiente.

Mire este vídeo:


¿Bastante impresionante, no?

Note la parte donde el narrador dice:
Todo luce como si hubiera sido diseñado por un arquitecto: una mente única. Esta ciudad colosal y compleja fue creada por la voluntad colectiva de la colonia de hormigas: el súper-organismo.
Usted puede vislumbrar el súper-organismo humano trabajando de cuando en cuando. Uno de los aspectos menos difundidos del 11-S, el cual fue de hecho el evento más destacado de aquel entonces, fue la evacuación de cerca de un millón de personas de la Manhattan baja, por agua, "en una emergente red de embarcaciones de propiedad privada y pública". No fue parte de alguna maniobra del Gobierno o de la autoridad local, no fue organizada u ordenada por alguna "autoridad establecida", de hecho, no fue planificada en absoluto. Mientras en la ciudad de Nueva York el alcalde Rudy Giuliani estaba ocupado hablando con la prensa, las personas comunes en el terreno se pasaron información unos a otros, hicieron averiguaciones y entonces, espontáneamente, participaron en la toma de decisiones colectiva y se ayudaron unos a otros en calma y de una manera ordenada. Sus roles sociales y jerárquicos "establecidos" - banqueros, recolectores de basura, extranjeros, guardia del puerto, enfermeras, abobados, policías - prácticamente se fueron por el drenaje mientras que, en un acto de auto-preservación colectiva, ellos aprovecharon los verdaderos lazos que conectan a los animales sociales. Lejos de ser una respuesta masiva basada en el miedo, fue la sociedad del hombre respondiendo al caos con orden.

[NdE: Un ejemplo español de la sociedad humana comportándose como un súper-organismo para establecer el orden, pese a la actitud parasitaria de la élite, lo puedes encontrar aquí.]
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Uhm, recordémoslo otra vez, ¿para qué necesitamos líderes?...
¡Es perturbador pensar que los psicópatas en el poder entonces usaron el 11-S para crear (o en cualquier caso avanzar masivamente sobre el objetivo) un Gran Hermano Global con el pretexto de que nosotros, las personas, necesitemos de ellos para que nos protejan! Pero cuando todo se reduce a eso, todos sus planes, medidas de seguridad y protocolos de seguridad son generalmente inútiles al "calor del momento". Nos protegemos a nosotros mismos, nos protegemos unos a otros. Nos adaptamos al cambio en nuestra realidad, mientras que nuestros líderes fantasean con que la realidad se amolda a sus caprichos. Y esta distinción básica se ha mantenido sustancialmente, a pesar de que la mayoría sigue siendo conscientemente inconsciente de dónde proviene realmente la amenaza terrorista...

Y por eso sostengo que, en general, la clase gobernante obstruye, retrasa, y en el peor de los casos - como pudimos observar claramente a partir del 11-S - destruyen sociedades mucho más a menudo de lo que generalmente contribuyen a su funcionamiento armonioso, el cual en su mayoría parece suceder en forma natural de acuerdo a leyes "superiores" aunque aún inconscientes. Como aquella colonia de hormigas, la humanidad funciona como un súper-organismo, y lo hace independientemente de los decretos de las élites corruptas, de sus desquiciadas y ridículas teorías científicas, de los hábitos medievales de sus demenciales ejércitos y de las codiciosas tasas usureras de los banqueros.

La sociedad, la economía, la civilización, etc, no funcionan debido a los líderes y sus subordinados, funcionan a pesar de todos ellos.

Parte del problema de "levantarse contra" la clase gobernante es que habrá algunos cuya real motivación será reemplazar a los líderes existentes y así estar en posición de tomar más para sí mismos. Los psicópatas y otros sujetos patológicos, inevitablemente, serán arrastrados por la marea debido a que, como la historia ha demostrado repetidas veces, en muy poco tiempo ellos convertirán un movimiento social o revolucionario en justamente todo lo opuesto. Pero si reconocemos que las masas han tenido todo el tiempo la creatividad, el sentido común, la ingenuidad, la auto-motivación y las habilidades que se necesitan para que de forma autónoma y natural se gobiernen como un colectivo, nos daríamos cuenta de que no necesitamos el "Estado" ni tampoco necesitamos "líderes".
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¿Está todo esto realmente diseñado y dirigido por ciertas personas? ¿O forma parte de un súper-organismo único que está inteligentemente informado a pesar de estar infectado con un parásito?
Sin embargo, como están las cosas, la mayoría de la gente se apega a la ilusión de que necesitan líderes, una ilusión que las élites que creen gobernarnos están muy felices de sostener. Quizá me esté engañando a mí mismo aquí pensando que es meramente una ilusión. Al parecer muchas personas necesitan algún tipo de autoridad en sus vidas para tomar deciciones importantes en favor de la comunidad, de modo tal que pueden llevar adelante la ardua tarea de vivir sus vidas diarias. Pero el problema surge cuando algún organismo de autoridad humano se infecta con psicópatas. En esta situación tienes un parásito que permanece firmemente ligado a un anfitrión más inteligente, productivo, y vital: las masas de hombres comunes que equivocadamente dan su lealtad y respeto. En tanto sea mantenido este delicado equilibrio, donde el anfitrión permanece lo suficientemente saludable mientras que el parásito es constantemente monitoreado, como especie avanzaremos sin atravesar un catastrófico "trastorno de colapso de colonia". Existen aún guerras, esclavitud, opresión, injusticia y mucho más, pero siempre está compitiendo con - o mitigado por - la educación pública, el bienestar social, la creación de trabajo, la innovación, la expresión creativa, el compartir, el mejoramiento democrático, la sindicalización, los derechos humanos, las demandas por mejores salarios, etc. - el impulso que siempre levanta a las masas desde abajo.

Pero lo que observamos que está sucediendo por todo el mundo hoy es el peor escenario posible - el parásito destruyendo a su anfitrión, completo desbalance donde el parásito psicopático está devastando el bienestar físico, intelectual, emocional y espiritual del anfitrión. Esto está particularmente marcado en ciertos países de Occidente, aunque ningún rincón del planeta permanece inmune. Las personas están "perdiendo sus mentes" en números cada vez mayores, tanto como las abejas están abruptamente desapareciendo. El "sentido común" de la gente ordinaria, de una inteligencia superior a la de la clase gobernante, se ha ido erosionando a medida que se ha ido enfermando. Su enfermedad se manifiesta como estrés climático, el cual genera aún mas estrés en los humanos hasta que...

Bien, hasta que la pizarra sea borrada por completo y la simbiosis entre el parásito y el huésped sea restablecida, supongo. Como Lobaczewski escribió en Ponerología:
Los gérmenes no son conscientes de que serán quemados vivos o enterrados en lo profundo de la tierra junto al cuerpo humano al que le están provocado la muerte.
Todo el asunto es realmente trágico. Las élites creen están pastoreando al rebaño y conduciéndolo hacia Grandes Cosas. El rebaño está de hecho muriendo debido a que realmente no es un rebaño, sino un súper-organismo que ya no puede sostener el aluvión de incursiones psicopáticas sobre su "voluntad colectiva".

Por lo tanto, digo que intentemos algo diferente a "levantarnos y recuperar el control de las instituciones de gobierno". Olvídense de colocar nuevo personal para manejar estas instituciones: no necesitamos esas instituciones en absoluto. Más bien, antes de embarcarnos en una batalla contra el tirano, cuyos procesos mentales son tan completamente ajenos a nosotros que siempre salimos drenados y debilitados de los encuentros directos, yo digo que los ignoremos; no pretendiendo que no están allí, sino que distanciándonos interiormente de ellos y buscando exteriormente la comunión con otros que obran de manera similar a nosotros.

Sé que es difícil para la gente siquiera comenzar a considerar esta posibilidad cuando en el presente están bajo intimidación financiera o de algún otro tipo, pero lo bello de esto es que cuanto más entiendas cómo manejan el mundo los psicópatas, más te liberas de la ilusión de que ellos tiene poder sobre tí, y cuanta más libertad - de la verdadera libertad interior - obtienes, más le darás a otros seres humanos y menos a los parásitos...

Observa tu mundo, obsérvate a ti mismo, observa tu mundo, obsérvate a ti mismo...

Como Joe Baegent lo expreso: la salida es la entrada.