Washington está preparando un gran tramo de ayuda financiera para Afganistán con el fin de mejorar la situación económica del país. Sin embargo, los analistas internacionales cuestionan el destino real de este dinero.
Afganistán
© AFP / Farshad Usyan

La Agencia de Estados Unidos de Ayuda al Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés) planea lanzar tres nuevos programas de asistencia financiera para Afganistán, un total de 300 millones de dólares para contribuir al aumento de la economía local después de 12 años de guerra devastadora, informa Bloomberg.


Comentario: Cabe recordar lo que bien dijo Paul Craig Roberts en este artículo:
El gobierno de EE.UU. necesita desesperadamente verdaderos terroristas para justificar la expansión de sus guerras contra países musulmanes y para mantener suficientemente atemorizados a los estadounidenses para que sigan aceptando el Estado policial que provee "seguridad contra terroristas", pero no contra el gobierno que ha descartado las libertades civiles.

El gobierno de EE.UU. crea terroristas invadiendo países musulmanes, destruyendo la infraestructura y matando a numerosos civiles. EE.UU. también crea terroristas instalando gobiernos títeres para que gobiernen a los musulmanes y utilizando los gobiernos títeres para asesinar y perseguir a ciudadanos, como sucede en amplia escala en el Pakistán actual.

Los neoconservadores utilizaron el 11-S a fin de lanzar su plan para la hegemonía mundial de EE.UU. Su plan correspondía a los intereses de las oligarquías gobernantes de EE.UU. Las guerras son buenas para los beneficios del complejo militar-seguridad, contra el cual nos advirtió en vano el presidente Eisenhower hace medio siglo. La hegemonía estadounidense es buena para el control por la industria petrolera de recursos y flujos de recursos. La transformación de Oriente Próximo en un vasto Estado títere de EE.UU. es útil para las aspiraciones expansionistas del lobby sionista de Israel.

Su objetivo, según los representantes de la USAID, es poner fin a la llamada 'economía de guerra' en el país, que se basa principalmente en la exportación de opio, industria que, por su parte, fue casi ahogada durante el reinado de los talibanes.


Comentario: ¿Y quién apoyó, financió, entrenó y después culpó a los talibanes? Adivine... sí, Estados Unidos:
EE.UU. financia y apoya a los Talibanes


Por iniciativa de la agencia 120 millones de dólares se gastarán en el desarrollo de la agricultura y la industria alimenticia del país. Otros 77 millones de dólares se invertirán en el desarrollo del comercio internacional y el proceso del incentivo a la inversión. Los últimos 92 millones se destinarán a mejoras en la educación.

¿Adónde en realidad se va el dinero de las inversiones de EE.UU.?

Las autoridades de EE.UU. en varias ocasiones anunciaron inversiones multimillonarias destinadas al aumento del nivel de vida y de seguridad en Afganistán. El costo la campaña militar norteamericana, una de las más largas en la historia de EE.UU., de hecho, es impresionante: sobrepasa los 500.000 millones de dólares.

Sin embargo, tan solo una parte relativamente pequeña ha sido destinada a la "reconstrucción del país". Así, según la Oficina General de Auditoría de Estados Unidos, desde el inicio de la operación bélica se han destinado más de 20.000 millones de dólares a la gestión y el desarrollo del país asiático. Entre tanto, la asistencia humanitaria a la población supuso un gasto de tan solo unos 2.000 millones de dólares. Cerca de 57.000 millones de dólares fueron asignados al ámbito de la seguridad, es decir, a los entrenamientos del Ejército y la Policía afganos.

Considerando la larga cuenta de inversiones norteamericanas en Afganistán y las miles de víctimas de esta campaña, el nivel casi nulo de la seguridad en esta nación a día de hoy hace cuestionar los fines reales de esta supuesta "contribución a la paz".


Comentario: ¡En efecto!