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Seguro te ha pasado que el 14 de febrero terminas comprando algún regalo, ya sea porque consideras que ésta es la mejor fecha para demostrar a tu pareja lo que sientes por ella o porque no quieres hacerla enojar con tu apatía. Por una u otra razón acabas invirtiendo tu dinero en flores, chocolates, globos, peluches o cualquier obsequio.
Algunos jóvenes aseguraron a MILENIO que la presión social o de su pareja es una de las razones por las que festejan esta fecha.

"Yo soy muy apático, lo festejo porque a ella le gusta, porque la quiero, pero no porque crea en eso," aseguró un estudiante de la carrera de Filosofía y Letras de la UNAM.

Pero no sólo los hombres son victimas de la presión, también las mujeres se ven obligadas a comprar un regalo.

"Cuando tenía novio sí regalaba porque me sentía obligada. Me preguntaba ¿qué me vas a regalar? No podía darle peluches o flores, entonces tenía que comprarle ropa y gastaba más dinero por algo que ni me gustaba celebrar", confesó Laura López, estudiante de Derecho.

Sin embargo, existen otras parejas que consideran que ese día es un buen motivo para demostrarse lo que sienten el uno por el otro.

"Nos damos algún detalle y si tenemos oportunidad salimos o algo así. Yo le regalo flores y ella me da chocolates. El 14 es un pretexto para pasar tiempo juntos," señaló un estudiante de sexto semestre del CCH Naucalpan.

Pese a que en la actualidad existen diferentes medios para mandar un mensaje romántico a la pareja como WhatsApp, Twitter o Facebook, las cartas hechas a mano son el regalo más apreciado por los hombres.

"Es mejor que las mujeres regalen cartitas que reflejen lo que sienten. Yo gasto porque no sé hacerlo, pero las mujeres son más creativas. Valoro más eso, ya que le dedicaron esfuerzo y yo sólo lo compré", dijo un joven de 18 años quien festejará por primera vez el 14 de febrero con su actual pareja.

Pese a que no es tan común que los universitarios festejen con los amigos, algunos en su mayoría las mujeres, aprovechan esta fecha para obsequiarse una paleta o para reunirse e ir a comer.

"Yo como no tengo novio la paso con los amigos. Vamos al cine, a una plaza, por un helado, a tomar un café o a comer pizza en la casa de alguno. Son cosas sencillas porque siento que es un día muy materialista, entonces es como darles algo a mis amigos, pero no tan grande," dijo Selene, estudiante de Relaciones Internacionales a MILENIO.