Helmut Schmidt
© EFEEl ex canciller alemán Helmut Schmidt, durante una recepción por su 95º cumpleaños en Berlín.
El excanciller alemán Helmut Schmidt salió hoy en defensa del presidente ruso, Vladímir Putin, cuyo proceder en la crisis de Ucrania consideró "comprensible", al tiempo que calificó de "tontería" las sanciones impuestas por Occidente a Moscú.

La situación en Ucrania es "ciertamente peligrosa", pero la culpa de ello es principalmente de Occidente, apuntó Schmidt al semanario político alemán Die Zeit, del que sigue siendo editor a sus 95 años de edad.

La sanciones son "una tontería", que perjudicarán "tanto a Occidente como a Rusia", señaló el veterano político socialdemócrata, quien gobernó en Alemania entre 1974 y 1982, cuando fue relevado por el cristianodemócrata Helmut Kohl.

"Lo ideal ahora sería sentarse a dialogar. Favorecía más a la paz que amenazar con sanciones", señaló Schmidt, quien añadió, respecto a la suspensión de la cumbre del G8 acordada por las siete grandes potencias, que este grupo "no es tan importante como el G20, del que no se ha expulsado a los rusos".

Schmidt se une así a las críticas expresadas en los días pasados por su correligionario Gerhard Schröder, canciller entre 1998 y 2005 y amigo personal de Putin, quien criticó a Occidente y le acusó de "falta de sensibilidad" hacia Rusia.

Menos directo, pero asimismo mostrando comprensión hacia Rusia, se pronunció el excanciller Kohl, en unas recientes declaraciones al diario Bild, en que atribuía a Occidente "falta de sensibilidad hacia nuestros vecinos rusos".

Schmidt representó, en sus tiempos en la cancillería, la apertura de la Alemania occidental hacia el este de Europa con la llamada Ostpolitik.

Kohl acentuó este acercamiento durante su etapa en el poder -de 1982 a 1998- y contó con el apoyo del último presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, para llevar adelante la reunificación alemana tras la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989.

Schröder, finalmente, cimentó las relaciones germano-rusas como uno de los puntales de su política exterior y, ya en lo privado, se convirtió en amigo personal de Putin y, tras dejar el poder, en miembro del consejo de vigilancia del consorcio Gazprom.