Un niño de 7 años que luchaba contra un cáncer en el cerebro sacrificó su vida para salvar la de su madre y poder darle uno de sus riñones.

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© DesconocidoChen Xiaotian y su madre
Un niño de siete años que luchaba contra un cáncer en el cerebro sacrificó su vida para salvar la de su madre y poder darle uno de sus riñones.

Chen Xiaotian tenía solo cinco años cuando los médicos descubrieron un tumor maligno en su cerebro, meses antes de que su madre Zhou Lu, de 34 años, contrajo la enfermedad renal.

A pesar de los primeros indicios de que se recuperaría, la agresiva enfermedad volvió, y los médicos dijeron que no iba a llegar a la adultez.

Los dos lucharon juntos durante dos años. Con el tiempo, ambos habían llegado a estar increíblemente débiles. Zhou necesitaba diálisis, mientras que Chen requería cuidado las veinticuatro horas.

Hacia el final, Chen perdió la vista y se puso tan débil que quedó postrado en cama, casi paralizado.

"Los médicos se me acercaron en lugar de su madre, debido a la naturaleza sensible del tema. Me dijeron que mi nieto no sobreviviría, pero que sus riñones podrían ayudar a salvar la vida de su mamá y también de otros", narró Lu Yuanxiu, la abuela de 57 años.

"Lo hablé con Zhou y ella se negó rotundamente. Dijo terminantemente que no quería oír hablar de eso."

Pero Chen escuchó el dilema, y exigió poder salvar a su madre.

Con lágrimas, su mamá estuvo de acuerdo, y le dijo que a su hijo que si él iba a morir, su único consuelo sería que parte de él viviría en ella.

Los médicos confirmaron que la compatibilidad de tejidos era perfecta, así que cuando el niño murió el 2 de abril pasado, fue trasladado rápidamente a la sala de operaciones donde le extrajeron los riñones y el hígado y luego los órganos fueron donados a su madre y a otras dos personas. El segundo riñón fue para una mujer de 21 años y el hígado para un hombre de 27.