La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reducido en un 20% las cesta de comida que entrega a cada familia siria por "falta de donaciones internacionales".
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La organización multilateral, además, dio el miércoles la voz de alarma y anunció una "inminente" sequía en la provincia de Alepo, al noreste del país, que amenaza con abocar a "millones de ciudadanos a una situación de inseguridad alimentaria", según explicó Elizabeth Byrs, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La situación financiera para intentar apoyar a las víctimas de la guerra civil se tambalea. Los países que participaron en la conferencia de donantes del pasado enero en Kuwait prometieron 1.660 millones de euros a las agencias de ayuda humanitaria que operan en Siria. Pero hasta ahora, solo 794 millones han llegado a la zona, según la ONU. Este desfase significa que la ración de una familia de cinco personas - con arroz, aceite de girasol, harina, sal, azúcar, trigo y pasta - tuvo que reducirse en marzo - aunque se hizo público el pasado martes - para llegar a más familias. Aun así, el PMA abasteció el mes pasado a más de 4,1 millones de sirios (de los más de seis millones necesitados) que estaban hambrientos, según Amir Abdulla, director adjunto del Programa de Alimentos. Tres años de guerra y la crisis humanitaria se intensifica. La portavoz reclama a los Estados miembros 866 millones de euros para cubrir las necesidades de este año: "Son necesarios 41 millones a la semana".

Byrs destaco también la amenaza de la sequía: "Estamos preocupados porque la población, además de soportar las consecuencias del conflicto, se enfrenta a la peor sequía desde 2008". "Las regiones más afectadas serán las que producen el 50% de los cereales", explicó la portavoz del PMA. A eso, añadió, se suma el riesgo que implica desde el inicio de los combates trabajar en el campo y la destrucción de muchos canales de irrigación, tuberías de agua y tractores. "Este año, la cosecha será de 1,7 millones de toneladas a 2 millones de toneladas de cereales mientras que en 2013 fue de 5 millones", detalló Byrs al teléfono.

El reparto de comida a los desplazados sirios es todavía un gran desafío. El pasado martes, y por primera vez desde junio pasado, la Media Luna Roja y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) consiguieron distribuir alimentos a las zonas rebeldes de Alepo, donde se registra una de las crisis humanitarias más graves. Según informó Jaled Erksussi, encargado de la misión, a la agencia France Presse, el convoy entró por el único cruce que queda abierto entre las zonas controladas por las fuerzas del régimen de Bachar el Asad (al oeste) y las controladas por los insurgentes (al este). Según la ONU, fueron necesarios dos camiones, 75 trabajadores y 270 viajes para distribuir la ayuda humanitaria a la población de Alepo.