Netanyahu
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El gobierno israelí dejará de transferir a los palestinos el dinero recaudado por concepto de impuestos como represalia por su reciente campaña para lograr mayor reconocimiento de la ONU, dijo este jueves un funcionario israelí.

La medida representa la sanción más severa de Israel hasta el momento desde el colapso de las negociaciones de paz mediadas por Estados Unidos.

Los palestinos deben a compañías israelíes cientos de millones de dólares por electricidad y otros servicios. El funcionario israelí, quien habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente, dijo que Israel deduciría la deuda palestina del dinero que transfiere cada mes de los impuestos que recauda para los palestinos.

Según los acuerdos de paz interinos, Israel recolecta impuestos a nombre de los palestinos y transfiere unos cien millones de dólares cada mes. Sin ellos, la Autoridad Palestina podría verse imposibilitada para pagar los salarios de decenas de miles de empleados.

El funcionario no dio detalles sobre cuánto dinero se retendría ni por cuánto tiempo.

El ministro del Trabajo palestino Ahmad Majdalani calificó la decisión de Israel como ilegal y politizada, más que económica. Agregó que la Autoridad Palestina debe a la compañía eléctrica israelí unos 400 millones de dólares.

La decisión es parte de una escalada desde que las negociaciones de paz colapsaron. Según los términos acordados, Israel prometió liberar a 104 prisioneros palestinos en cuatro tandas. Por su parte, los palestinos dijeron que suspenderían una campaña para inscribir a Palestina, reconocida por la Asamblea General de la ONU como Estado observador no miembro, en 63 agencias, tratados y convenciones de la ONU.

Israel no cumplió con la liberación del cuarto grupo de prisioneros la semana recién pasada y renovó sus planes para construir asentamientos israelíes en el este de Jerusalén, una zona que los palestinos quieren que sea su futura capital.

En respuesta, Abás firmó cartas de acceso a 15 convenciones internacionales.