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Funcionarios de salud pública de Estados Unidos redujeron el viernes los límites recomendados de flúor en el agua argumentando que se estarían dañando los dientes de algunos chicos por el exceso de esa sustancia.

El flúor se agrega al agua potable en la mayoría de las comunidades estadounidenses, dado que puede prevenir y reparar el deterioro dental.

Pero funcionarios de salud y ambiente indicaron que los estadounidenses reciben la sustancia de muchas fuentes, como la pasta dental y los enjuagues bucales, por lo que tiene sentido disminuir su presencia en el agua.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por su sigla en inglés) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos redujeron sus niveles recomendados a 0,7 miligramos de flúor por cada litro de agua, la menor cantidad dentro del rango actual aconsejado: 0,7 a 1,2 miligramos.

Las comunidades agregan flúor al agua según su voluntad. Los médicos y dentistas lo recomiendan porque puede ayudar a proteger los dientes de los niños.

"Hay varios motivos para este cambio, entre ellos que los estadounidenses tienen más fuentes de acceso al flúor de lo que tenían cuando se introdujo la medida de agregar flúor al agua por primera vez en Estados Unidos", indicaron en un comunicado los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Los CDC indicaron que la EPA realizó un estudio de evaluación del riesgo para saber si algunos niños actualmente recibían demasiado flúor. La investigación concluyó que ciertos chicos menores de 8 años estarían expuestos a cantidades excesivas de la sustancia.

La ingesta prolongada y en exceso de flúor puede provocar un cambio en el esmalte de los dientes denominado fluorosis dental. Más del 90 por ciento de los casos estadounidenses aparecen como manchas blancas en los dientes, pero en las circunstancias más graves se puede perforar el esmalte.

"El consumo excesivo de flúor durante la vida elevaría las probabilidades de fracturas óseas y provocaría efectos en los huesos que podrían causar dolor y debilidad", dijeron los CDC.

En Estados Unidos se coloca flúor en el agua desde 1945 y los CDC estiman que 196 millones de estadounidenses reciben "agua comunitaria óptimamente fluorada". Los expertos creen que reduce la tasa de caries entre un 40 y un 60 por ciento.

Los CDC consideran que por cada dólar invertido en colocar flúor al suministro de agua, se ahorran unos 38 dólares en tratamientos dentales.