En más de una ocasión hemos comentado algún que otro dato sobre la Esclerosis Múltiple, una enfermedad neurodegenerativa muy incapacitante. Sin ir muy lejos, hace un par de años se descubrió una proteína con un papel importantísimo en la enfermedad, la cual podía ser inhibida para frenar todo el proceso.
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Por otra parte, también se conoce la curiosa relación entre Alzheimer y Esclerosis múltiple, pues la proteína beta-amiloide produce Alzheimer, pero parece ser capaz de frenar la esclerosis. Finalmente, se ha especulado con el uso de marihuana para disminuir el progreso de la enfermedad, pero por el momento esta droga aún no está totalmente aceptada en muchos ámbitos de la medicina.

Por suerte, hoy podemos dar una alegría más en lo que respecta a la Esclerosis Múltiple, pues ha sido posible curar alguna de sus lesiones en ratones gracias a la terapia con células madre.

Las células madre devuelven la capacidad de andar a ratones con Esclerosis Múltiple

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El hito ha corrido a cargo de los científicos de la Universidad de Utah, dirigidos por el Dr. Lu Chen, cuyo trabajo se ha publicado en Stem Cell Reports. Para su estudio, se utilizaron ratones muy incapacitados por la Esclerosis Múltiple, los cuales fueron capaces de volver a cambiar en apenas dos semanas tras el tratamiento con una nueva terapia de células madre, aunque en un principio los investigadores esperaban que las células trasplantadas fueran rechazadas por dichos ratones afectos.

Sin embargo, las cosas no fueron como se esperaba, pues los resultados sorprendieron sobremanera a los investigadores. En unos 10 a 14 días, los ratones habían recuperado sus habilidades motoras, y seis meses después seguían caminando como si nada, por lo que los autores del estudio opinan que sus resultados abren la puerta a nuevas vías de investigación. Realmente son resultados muy alentadores.

Resultado inesperado, pero sorprendente

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Teniendo en cuenta los más de 2 millones de pacientes afectos con esta enfermedad, donde el sistema inmune ataca a la mielina (la capa aislante que rodea a las fibras nerviosas) y dando lugar a síntomas como dificultad para caminar, problemas de visión, fatiga o dolor; los resultados son muy prometedores.

En los ratones se vio una reversión importante de los síntomas, pues el sistema inmune dejó de atacar a la mielina, y esta se reparó de manera bastante rápida, por lo que no es descabellado pensar que algún día este tipo de terapia podría ayudar (y mucho) a pacientes en progresión o incluso en etapas avanzadas de la enfermedad, donde actualmente no existe tratamiento alguno.
"En lugar de injertar células madre en un paciente, podríamos ser capaces de inyectar las señales químicas de las células en un fármaco, dando lugar a una terapia más fácil y cómoda"
De momento el objetivo de los investigadores es evaluar la duración y seguridad de la terapia con células madre a largo plazo en ratones, para algún día poder hacer pruebas con pacientes.