Un estudio realizado por el centro de investigación alemán Max Planck, -que es uno de los centros de investigación más prestigiados e importantes del planeta y del cual hasta la fecha han salido 16 premios Nobel,- reveló esta semana que los resultados de esta investigación proporcionan una primera evidencia de un vínculo entre el consumo de pornografía y las reducciones en el tamaño del cerebro y la actividad cerebral en respuesta a estímulos sexuales.
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El estudio fue realizado en 64 hombres de entre 21 y 45 años de edad, quienes fueron evaluados sobre su hábito de ver pornografía, tiempo para el cual dedicaban en promedio un poco más de cuatro horas a la semana.

Al ser sometidos a imágenes pornográficas, se les realizó un procesamiento cerebral de imágenes por secciones, el cual reveló que existía una disminución del cuerpo estriado del cerebro según el tiempo que utilizaran para ver pornografía. Es decir, entre más tiempo pasaban viendo pornografía, más disminuía el tamaño cuerpo estriado, que es la parte del cerebro encargada de recibir información de la corteza cerebral y que regula los movimientos tanto inconscientes como automáticos. Esto también reveló que aquellos hombres quienes utilizaban mucho tiempo en ver una gran cantidad de pornografía tienden a tener menos volumen y actividad en las regiones del cerebro asociadas a la recompensa y motivación.

Estas reacciones cerebrales asociadas al tiempo utilizado para ver pornografía, podrían reflejar un cambio en la plasticidad neural como consecuencia de una intensa estimulación del sistema de búsqueda-recompensa, característico del comportamiento adictivo. Es más, se encontró que a medida que el consumo de pornografía se incrementaba, más se dañaba el cuerpo estriado y la capa prefrontal, que es la capa exterior del cerebro asociada con el comportamiento y la toma de decisiones.

Sin embargo, los investigadores concluyen que para poder afirmar todos los resultados obtenidos, es necesario realizar más estudios al respecto, ya que es probable que los hombres con volumen de estriado menor necesiten más estimulación externa para experimentar placer, y así se pueda tener la certeza de que sea esta característica lo que los hace más propensos a buscar pornografía; o bien, si es el consumo de una dosis cada vez mayor de pornografía lo que hace que su cerebro sea más pequeño.
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