Al menos siete muertos y 54 heridos dejó el paso del tifón "Neoguri" por la isla japonesa de Kyushu, que luego se transformó en tormenta tropical, ingresando en la isla principal del país, Honsu, informaron los medios locales.

Una de las últimas víctimas fatales se conoció hoy y fue un niño de 12 años que murió cuando una riada se llevó su casa, minutos antes que las autoridades lanzaran el aviso de evacuación, precisó la cadena japonesa NHK.
tifón Japón
© EFEVista de una zona del pueblo Nagiso en Nagano (Japón) tras un deslave
Las otras dos víctimas son dos hombres que murieron ahogados tras caer en sendas acequias. "Neoguri" llegó al sur de la isla de Honshu, la mayor del archipiélago nipón, tras su paso por Kyushu, donde las autoridades evacuaron unas 30.000 personas.

La Agencia Meteorológica nipona declaró "alerta máxima" por precipitaciones en esta parte del país y prevé hasta 80 milímetros de lluvias por hora.

Hoy la tormenta aceleró su desplazamiento y alcanzó vientos de hasta 90 kilómetros por hora a las 18.00 hora local (6.00 hora argentina) en la prefectura de Wakayama, al sudeste de Honshu, según los últimos datos de la agencia meteorológica de Japón.

Como consecuencia de este fenómeno se han destruido total o parcialmente 117 casas en el sur de Japón.

A última hora de ayer, Neoguri fue rebajado a tormenta tropical, sin embargo aún arrastra fuertes vientos y copiosas lluvias, por lo que las autoridades niponas mantienen su advertencia a la población de que se protejan ante el riesgo de inundaciones y de desplazamientos de tierra.

Este es el octavo tifón de la temporada en el Pacífico y tocó tierra en el entorno de la localidad de Akune, en la prefectura japonesa de Kagoshima, cerca de las 07.00 hora local (19.00 hora argentina del miércoles).

Cuidado nuclear

Del suroeste al noreste de Japón, las advertencias y alertas de aguaceros, vientos violentos, olas gigantes y subida del nivel de mar afectan a la práctica totalidad del país.
tifón Japón
© EFE
La lluvia y las borrascas de viento amenazan el noreste de la región de Fukushima, donde se encuentra la central nuclear dañada por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011 y donde el agua ya constituye un problema.

La compañía Tokyo Electronic Power (TEPCO), encargada de la explotación de la central, anunció la puesta en marcha de medidas especiales para gestionar los desbordamientos y para evitar desperfectos.

Neoguri, que ha barrido la parte más meridional de Japón a varios centenares de kilómetros de las islas principales (Kyushu, Shikoku, Honshu, Hokkaido), ya dejó siete muertos y unos cincuenta heridos.

Aunque Neoguri, que significa "mapache" en coreano, se ha debilitado en las últimas 24 horas, sigue siendo un fenómeno peligroso, máxime en unos territorios ya afectados por las enormes cantidades de agua caída en pocos días.

Fábricas cerradas, vuelos anulados

En el suroeste, varias compañías, entre ellas, Kyocera, Honda o Mitshubishi Heavy Industries, decidieron cerrar sus fábricas, según los medios de comunicación.

Asimismo, se anularon cerca de 200 vuelos este jueves, esencialmente con salida y llegada en los aeropuertos del sur de Kyushu, precisa la televisión NHK.

Japón está acostumbrado a sufrir ciclones tropicales todos los años, pero rara vez son tan violentos en el mes de julio. Frente a esta situación excepcional, el ministro encargado de catástrofes se reunió con las agencias competentes para decidir qué acciones tomar.

En varias provincias, las autoridades han lanzado avisos de preparación de evacuaciones, recomendaciones para acudir a refugios e incluso órdenes para abandonar las viviendas consideradas como peligrosas.