© Desconocido
A lo largo de su historia, la Tierra ha sufrido cinco grandes episodios de extinciones masivas asociados a eventos naturales y cambios climáticos que transformaron todo el planeta.La última y posiblemente más conocida se produjo hace unos 65 millones de años, cuando un gran meteorito golpeó lo que hoy es la península del Yucatán en México y puso la vida en jaque: desaparecieron cerca del 75% de todas las especies, incluidos los dinosaurios.
Ahora, la mayoría de los científicos están convencidos de que el mundo se encuentra inmerso en su sexta oleada de extinción. Y en esta ocasión, no hace falta que un enorme objeto caiga del cielo o despierte un supervolcán: nosotros solos, la humanidad, lo estamos haciendo.Según explica un amplio grupo de investigadores de universidades e instituciones científicas de distintos países -entre ellos, la Universidad de Stanford o la de California en Santa Barbara- en un ejemplar especial de la revista
Science, la actividad humana ha acelerado el fin de varias especies animales a través de la destrucción de las tierras salvajes, su aniquilación para convertirlos en productos de lujo o su persecución al ser considerados una amenaza o un competidor.
En total, 322 especies de vertebrados se han extinguido en los últimos 500 años. Entre los invertebrados, su número ha descendido casi a la mitad en el mismo período de 35 años en el que la población humana se ha duplicado. Es lo que los científicos llaman la «defaunación del Antropoceno», término utilizado para definir la actual época en la que el hombre deja su impronta.
Aunque las especies más grandes y carismáticas como los tigres, rinocerontes y osos panda reciben la mayor atención, los autores recuerdan que incluso la desaparición del escarabajo más pequeño puede alterar los ecosistemas sobre los que dependen los humanos. Insectos, arañas, crustáceos, babosas y gusanos resultan fundamentales para la polinización, el control de plagas en los cultivos, la descomposición y el ciclo de los nutrientes, la calidad del agua (la desaparición de anfibios hace que aumenten las algas y las aguas residuales) o la salud humana.
«Cuando la densidad humana es alta, se obtienen altas tasas de defaunación, alta incidencia de roedores y, por tanto, altos niveles de patógenos, lo que aumenta los riesgos de transmisión de enfermedades. ¿Quién iba a pensar que sólo la defaunación tendría todas estas graves consecuencias?», se pregunta Rodolfo Dirzo, de Stanford, autor principal de uno de los artículos.
Reemplazo ecológicoPero, ¿es posible dar marcha atrás? En otro artículo de
Science el zoólogo Philip Seddon, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), cree que la lucha contra la pérdida de biodiversidad puede pasar por crear nuevas áreas salvajes en las que se reintroduzcan animales y plantas para que establezcan nuevas poblaciones y se restauren los procesos biológicos. Esto puede incluir la polémica práctica del reemplazo ecológico, donde se libera una especie sustituta adecuada para restaurar una función ecológica perdida con la extinción de la especie original. Por ejemplo, es el caso de una tortuga gigante de Mauricio, sustituida por otra especie exótica gigante (en la imagen) para restaurar sus funciones en la dispersión de semillas.
Esta estrategia también incluye la colonización asistida, por la que se mueven especies fuera de su área de distribución natural, donde están amenazadas, para evitar su extinción. «Los ejemplos de esto incluyen desplazar a las aves nativas, como el kakapo, a islas del litoral (de Nueva Zelanda) para protegerlas de los depredadores exóticos en el hábitat continental. O el establecimiento de una colonia de demonios de Tasmania, en Maria Island, en la costa de Tasmania, libre de cáncer facial».
Los científicos también aluden a la posibilidad de traer de vuelta a una especie extinta a través de tecnologías avanzadas, aunque advierten de que todavía es un enigma qué especies deberían ser «resucitadas» y en qué hábitats deberían ser reintroducidas.
Comentario: Quedarnos sólo con la idea de que estamos destrozando el planeta y provocando nuestra extinción no es lo que hacemos en Sott. Hay más factores en juego.
La Historia está siendo reescrita gracias a genuina investigación científica con verdadera vocación por la verdad y el conocimiento, ya es oficial que continentes enteros o enormes regiones del planeta fueron devastadas y sumergidas por catástrofes a escala planetaria que han ocurrido en el pasado reciente, apenas un puñado de años atrás.
También paulatinamente se hace más fuerte y concreto el hecho objetivo que estas catástrofes no son ni esporádicas, ni casuales, sino todo lo contrario, son frecuentes y periódicas.Un conocimiento cabal y profundo de la naturaleza de estos eventos y de sus implicancias es indispensable para afrontar el futuro con conciencia, y poder actuar con miras a mitigar y, por qué no, evitar las consecuencias de dichos sucesos.
El problema no es sólo que destruir nuestro entorno físico tiene consecuencias, destruir los valores que nos hacen ser humanos, nuestras consciencias, nuestras almas, también tiene consecuencias:© Ferran Martín /La Información
"...la historia humana parece definirse por una sucesión de élites gobernantes más o menos corruptas, y si hemos de suponer que este tipo de corrupción (y su propagación por toda la sociedad) es el mecanismo por el cual una civilización atrae a las catástrofes cósmicas, culpar y deponer a la élite es una buena solución. El problema, sin embargo, es que el mecanismo subyacente no es entendido por el pueblo, lo que significa que no tienen el conocimiento de que, si se quiere evitar más destrucción, se debe, a toda costa, evitar el establecimiento de cualquier élite corrupta en el futuro.
"Al final, tanto el pueblo como la élite buscan un paradigma que resta importancia a las catástrofes cíclicas, pero lo hacen por diferentes razones. La gente quiere aliviar la enorme presión de una gran catástrofe certera pero impredecible, mientras que la élite quiere permanecer en el poder. El compromiso que sirve a ambos objetivos es la ilusión de una élite que es capaz de proteger a la gente de cualquier desastre. Esta ilusión puede adoptar diversas formas: rituales para apaciguar a los dioses, la revisión de la historia que muestra una evolución de la humanidad uniformista, sin incidentes, y mucha, mucha propaganda.
"Esta mentira funciona bien durante los periodos de calma entre dos grandes catástrofes. Sin embargo, la historia muestra que cuando las hambrunas, los terremotos y las plagas han atacado y cobrado bien caro, cuando los volcanes hacen erupción o los cometas flamean en el cielo o las tormentas de meteoros y las anomalías del tiempo aumentan, se derrumba la ilusión, la raison d'être [razón de ser] de las élites (es decir, proteger a las personas) colapsa y el objetivo ha sido y siempre será, en última instancia, las clases dominantes. Y ellos lo saben. Así, que cuando, tal como Anaxágoras, Sócrates o Critias mencionan estos hechos incómodos, son silenciados a través del ridículo y la calumnia, e incluso la muerte.
"Si las masas de la humanidad fueran a reconocer las verdaderas causas de estos fenómenos, esto implicaría el reconocimiento de la falta de poder de la élite y por lo tanto el final de su "mandato del cielo".
"Por supuesto, en el comienzo de estos tiempos de problemas, la gente quiere creer que su gobierno - sus reyes y la elite gobernante - son lo suficientemente potentes, o lo suficientemente puros, para controlar a la naturaleza a modo que las inundaciones, los incendios forestales, los terremotos y las erupciones volcánicas cesen y todo vuelva a la normalidad. Y la élite gobernante toma ventaja de esto durante esos momentos, tratando de encontrar chivos expiatorios probables en otras naciones, algunos grupos de minoría en su propio país, o sus enemigos personales - incluyendo aquellos que están señalando que podría ser su corrupción la que está atrayendo a todos los males - con el fin de distraer a la población general de sus [de la élite] propios posible pecados de comisión u omisión. Esto significa que tal período puede incluir guerras prolongadas y la acompañada carga necesaria de impuestos, las persecuciones de un grupo u otro, el aumento de la histeria social y el descontento general, hasta que por fin, un día, el pueblo, como un todo, despierta y ve que sus gobernantes se han comportado muy mal y toda la culpa se vierte sobre ellos. Esto es irónico porque una cosmovisión antropocéntrica, donde el hombre cree que él tiene el control, impide que las personas - incluso la gente en el poder - sean conscientes de las realidades de nuestra existencia en este planeta, que incluyen eventos cósmicos destructores de civilizaciones."
Sugerimos también a nuestros lectores la lectura de los libros:
La Historia Secreta del Mundo (Laura Knight-Jadczyk)
Cometas y los cuernos de Moises (Laura Knight-Jadczyk) (en inglés)
y los artículos:
-
Meteoritos, asteroides y cometas: daños, desastres, heridas, muertes y encuentros muy cercanos
-
Tunguska, los cuernos de la luna y la evolución
-
El Peligro de las bolas de fuego y los cometas para la civilización
-
Nueva luz sobre la Peste Negra: La conexión cósmica
Comentario: Quedarnos sólo con la idea de que estamos destrozando el planeta y provocando nuestra extinción no es lo que hacemos en Sott. Hay más factores en juego.
La Historia está siendo reescrita gracias a genuina investigación científica con verdadera vocación por la verdad y el conocimiento, ya es oficial que continentes enteros o enormes regiones del planeta fueron devastadas y sumergidas por catástrofes a escala planetaria que han ocurrido en el pasado reciente, apenas un puñado de años atrás. También paulatinamente se hace más fuerte y concreto el hecho objetivo que estas catástrofes no son ni esporádicas, ni casuales, sino todo lo contrario, son frecuentes y periódicas.
Un conocimiento cabal y profundo de la naturaleza de estos eventos y de sus implicancias es indispensable para afrontar el futuro con conciencia, y poder actuar con miras a mitigar y, por qué no, evitar las consecuencias de dichos sucesos.
El problema no es sólo que destruir nuestro entorno físico tiene consecuencias, destruir los valores que nos hacen ser humanos, nuestras consciencias, nuestras almas, también tiene consecuencias:
La Historia Secreta del Mundo (Laura Knight-Jadczyk)
Cometas y los cuernos de Moises (Laura Knight-Jadczyk) (en inglés)
y los artículos:
- Meteoritos, asteroides y cometas: daños, desastres, heridas, muertes y encuentros muy cercanos
- Tunguska, los cuernos de la luna y la evolución
- El Peligro de las bolas de fuego y los cometas para la civilización
- Nueva luz sobre la Peste Negra: La conexión cósmica