Al menos 36 personas murieron y siete permanecen desaparecidas luego de varios aludes torrenciales en las afueras de la ciudad japonesa.

Al menos 36 personas murieron y siete estaban desaparecidas luego de varios aludes torrenciales de barro, rocas y escombros en las colinas en las afueras de Hiroshima el miércoles, informó la policía.
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Imágenes de video de la televisora nacional NHK mostraron a socorristas suspendidos de cuerdas atadas a helicópteros policiales que retiraban a víctimas de entre los escombros. Otros entraban temerosamente por las ventanas de casas semidestruidas en busca de sobrevivientes.

Laderas completas cayeron sobre áreas residenciales en al menos cinco valles de los suburbios luego de lluvias torrenciales.


La policía de la prefectura de Hiroshima confirmó la muerte de 36 personas y la desaparición de otras siete el miércoles por la noche. La Agencia de Manejo de Incendios y Desastres registró 15 heridos, dos de ellos graves.

El funcionario local Nakatoshi Okamoto dijo que es difícil determinar el número de desaparecidos debido a las condiciones riesgosas en la zona del desastre.

Las autoridades advirtieron que nuevas lluvias podrían provocar más deslaves e inundaciones.

Los deslaves fueron tan repentinos en muchos lugares que los avisos de evacuación llegaron una hora después del primer alud, dijo Kenzo Kanayama, jefe de emergencias de la ciudad. "Evaluamos mal la situación. Fue demasiado tarde", añadió.

"Es tan de lamentar", dijo el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, a la agencia noticiosa Kyodo. "Averiguaremos cuál fue el error y tomaremos las medidas necesarias".

El primer ministro, Shinzo Abe, quien estaba de vacaciones, canceló un partido de golf en las afueras de Tokio y fue a su oficina a crear una fuerza de tareas.