Después de varios intentos fallidos para ponerse en contacto con su familia, el periodista James Foley pidió a un compañero, también secuestrado por los yihadistas y que iba a ser liberado, que memorizara una carta para que les transmitiera el mensaje.
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© EFEMemorial por James Foley en EE.UU.
Ahora, casi una semana después de su asesinato, que ha consternado al mundo, su familia ha decidido reproducir la misiva de Foley a través de la página de Facebook que crearon para pedir su liberación y que emplean tras lo sucedido «para mantener viva su memoria».

Tal y como ellos mismos explican, días después de que el rehén elegido por James para memorizar la carta fuera liberado, este llamó a la madre del periodista, Diane, y le transmitió las palabras de su hijo.

Foley hace un recorrido por sus recuerdos y narra cómo iba con su padre de paseo o cuánto echa de menos a sus hermanos y al resto de su familia y amigos. A todos les pide que se mantengan fuertes y que sigan rezando por él, al tiempo que asegura que, cuando reza para que se mantengan fuertes, realmente siente que puede «tocarles en la oscuridad».

El periodista también describe cómo está siendo su cautiverio. En ese momento junto a él hay otras 17 personas, algo que le ayuda en su día a día, puesto que mantienen «conversaciones interminables de películas, curiosidades y deportes». Además, cuenta que han sido capaces de desarrollar juegos con lo que van encontrando en su celda y así, poco a poco, van encontrando la forma de mantenerse y romper la tensión.

«He tenido días débiles y fuertes. Nos alegramos mucho cuando alguno de nosotros es liberado, pero, por supuesto, añoramos nuestra propia libertad. Tratamos de animar a los demás y compartir la fuerza. Ahora estamos siendo mejor alimentados y de forma más constante. Tomamos té y a veces café. He recuperado la mayor parte del peso que perdí el año pasado».