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El plan de paz del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, consiste en que las autodefensas entreguen las armas y se dejen eliminar, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Así lo declaró durante una conferencia ante estudiantes de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, un evento que tiene lugar todos los años en el marco de la inauguración del curso académico.

"Durante siete días no voy a disparar, si dentro de este plazo alguien no se ha escondido no es culpa mía" es la lógica de las iniciativas de Kiev, según Lavrov. Este modo de actuar no va a funcionar, advierte el ministro.

Rusia espera de sus socios occidentales le exijan al Gobierno de Ucrania lo mismo que exigen en los demás conflictos: que deje de usar maquinaria pesada contra objetivos civiles. No habrá ninguna injerencia militar por parte de Rusia. Moscú aboga por solucionar de manera pacífica esta gravísima crisis.

Desde Europa se plantea a Ucrania un dilema artificial: "Ven con nosotros o quédate con Rusia". Formular así estas alternativas es peor que cometer un delito, considera Lavrov. Es un planteamiento erróneo, agregó.

Asimismo el ministro condenó la práctica de la OTAN de dar a entender a distintos países que no formar parte de la Alianza implica estar expuesto a distintos riesgos geopolíticos. Este enfoque aplicado a Ucrania, en su opinión, es una de las causas del conflicto desatado en ese país.

"Los líderes de Europa ya se han dado cuenta de lo perversa que es la situación en Ucrania, pero todavía les resulta incómodo admitirlo", expresó el jefe de la diplomacia rusa. "La Unión Europea no puede o no quiere ejercer influencia sobre Kiev y por eso se aferra al látigo de las sanciones".

Permanencia de Rusia en distintos organismos internacionales

Rusia no va a protagonizar un enfado en caso de nuevas sanciones, pero tomará medidas de respuesta teniendo en cuenta sus intereses nacionales. Además, Moscú no tiene intención de salir de la Organización Mundial del Comercio, sino que, al contrario, planea intensificar el uso de las herramientas de la organización.

Según Lavrov, Rusia no se siente expulsada del grupo de los ocho. En junio de este año los socios de Rusia, dijo, "hicieron novillos" a la cumbre del G8 convocada en San Petersburgo, pero "Rusia no sintió que eso fuera una gran pérdida". "No se nos ha excluido de ninguna parte, simplemente nuestros socios no asistieron a la cumbre", afirmó el ministro.

A continuación, el canciller ruso destacó la relevancia de otro instrumento de integración intergubernamental, el G20. En este grupo se elaboran los principios generales de funcionamiento de la economía mundial y las finanzas internacionales, incluida la actividad del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Dentro del grupo de los 20 "uno de los dos principales e influyentes jugadores" es el grupo de los países BRICS. Lavrov afirmó que países tan importantes como Indonesia, México o Argentina habitualmente tienen posturas comunes con los BRICS a favor de una revisión del sistema financiero internacional que refleje los recientes cambios en la distribución de las fuerzas.

"Occidente se opone a esto, busca conservar su condición dominante en la distribución de las cuotas y los votos en el Banco Mundial", afirmó el ministro ruso. Mientras tanto, "ya son desproporcionalmente excesivos los votos que corresponden a Estados Unidos y Europa occidental en comparación con su peso económico".

La injerencia en Libia creó un 'círculo vicioso' de terrorismo

En respuesta a una pregunta, Lavrov citó Libia como un ejemplo de las prácticas de injerencia de EE.UU. y sus aliados en los asuntos políticos de otros países.

¿En qué situación se encuentra Libia actualmente?, se preguntó. "Muchos de sus yacimientos petrolíferos están controlados por agrupaciones terroristas.


Comentario: Creados y patrocinados por occidente para poder saquear los recursos del país.


Estos terroristas ponen el crudo a la venta y en Europa lo compran, porque disimuladamente levantaron la prohibición a las importaciones de petróleo libio".

Las ganancias del petróleo se destinan al financiamiento de los mismos terroristas contra los cuales se intenta luchar en Iraq, destacó el ministro. Así se forma un "círculo vicioso".