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© Bahía Ruge
El Estado Islámico (Isis) "no puede ser derrotado con bombas y balas", asegura Chelsea Manning. "Cuando Occidente combate el fuego con fuego, alimenta un ciclo de indignación, reclutamiento y más lucha, que se remonta a décadas".

La ex analista militar, que cumple una sentencia de 35 años por haber filtrado documentos clasificados a Wikileaks, escribe a partir de su experiencia en Irak, "durante la relativa infancia de la organización".

"El centro de gravedad del Estado Islámico es, en muchos sentidos, Estados Unidos, Gran Bretaña y quienes están alineados con ellos en la región", escribe Manning en un artículo titulado "Cómo hacer que Isis caiga encima de su propia espada", publicado en The Guardian.

Manning explica: "Creo que Isis se alimenta, precisamente, de los éxitos operativos y tácticos de las fuerzas militares europeas y estadunidenses, usados para derrocarlos. Creo que Isis estratégicamente se alimenta de los errores y puntos vulnerables de los mismos estados occidentales democráticos que condenan".

El ex analista, encarcelado en Fort Leavenworth, opina que el Estado Islámico tiene "una sólida y completa compresión de las fortalezas y, más importante, las debilidades de Occidente" En este punto, Manning destaca "el asombroso éxito del Estado Islámico en reclutar a numerosos estadunidenses, británicos, belgas, daneses y otros europeos, en su llamado al combate".

Manning sugiere evitar acciones directas. "Basado en mi trabajo de inteligencia en Irak (...), creo que sólo una muy enfocada y congruente estrategia de contención puede ser efectiva en reducir el crecimiento y efectividad de Isis como una amenaza. Hasta ahora, los estados occidentales han adoptado esta estrategia. Sin embargo, con los muy públicos desastres humanitarios, como los de Mount Sinjar e Irbil, en el norte de Irak, y las decapitaciones de los periodistas James Foley y Steven Sotloff, esta disciplina es puesta a prueba y puede comenzar a desgastarse".

Manning cree que Isis "no podrá sostenerse sólo en base a un rápido crecimiento, y comenzará a fracturarse internamente", y sugiere que los gobiernos occidentales se enfoquen en contrarrestar la narrativa de Isis, establecer fronteras temporales en la región, imponer una moratoria al pago de rescates de los secuestrados y dejar que Isis monte un "Estado" fallido.