Científicos de todo el mundo reunidos en Berlín analizan si la Humanidad ha llevado al planeta al fin del Holoceno, y hemos ingresado al Antropoceno, acorde a la alteración climática del planeta.
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© AFP/NASA-HO/File/Michael Benson
La Comisión Internacional de Estratografía, que está compuesta por el mayor número de biólogos, geólogos, químicos, arqueólogos y antropólogos del mundo, nucleados en la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, deliberan en la capital alemana acerca de la sexta extinción masiva que sufre la Tierra, y sus definiciones anticipadas.

Para la mayoría, el llamado Holoceno (del griego "la era más reciente") ha dado paso definitivamente al Antropoceno "la era de los seres humanos"), con lo que dejamos atrás 12.000 años del período Cuaternario, donde aumentó el protagonismo absoluto de los humanos, para entrar en la era donde han demostrado ser capaces de alterar completamente el planeta, principalmente a nivel climático, con su larga lista de tecnologías poluentes.

Los científicos definen si el Antropoceno, constituye en sí mismo una era geológica, dentro del período Cuaternario, aunque para algunos es un estadio menor del Holoceno. Lo que está en discusión es si el Antropoceno comenzó con la Revolución Industrial, sobre finales del siglo XVIII, o mucho antes, hace unos 8.000 años cuando el hombre comenzó a quemar los suelos y ararlos para cultivar el suelo.

El término Antropoceno, es también en sí mismo un producto de este tiempo

Recién en 2000, el Premio Nobel de Química, Paul Crutzenm empleó el término Antropoceno, algo que de inmediato fue adoptado por la colectividad científica para señalar el comienzo "del fin de los tiempos" a que nos conduce la contaminación creciente producto del quehacer humano.

Aunque la definición exacta deberá ser aún motivo de trabajo de la Academia, la identidad coincidente apunta a los procesos de alto cambio en ciclos del carbono, el nitrógeno y otros gases, que conducen al calentamiento global. También a la acidificación de los oceános y la extensión de las zonas muertas de las aguas marinas. Otro tanto refiere a la depredación de las tierras, fundamentalmente de los fenómenos erosivos, así como la pérdida de hábitats naturales, y los cambios rotundos que los científicos advierten camino de un colapso medioambiental, para muchos, ya inevitable.

La referencia coincide con la dramática desaparición de especies, que conlleva a la anticipación de la sexta extinción masiva: la última ocurrió hace unos 65 millones de años, cuando un meteorito impactó entre el Océano Pacífico y el Mar Caribe, provocando la desaparición del 75% de las especies vivas, incluyendo los dinosaurios.