Las nuevas observaciones del telescopio espacial Hubble ponen en duda una teoría existente sobre la supuesta desaparición de un gran número de estrellas en cúmulos globulares.
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© NASA, ESA, S. Larsen (Radboud University, the Netherlands)
En algunos cúmulos estelares alrededor de nuestra galaxia hay menos estrellas de las reflejan las observaciones, por lo que los astrónomos pensaban que muchas de estas estrellas habían sido expulsadas de sus cúmulos para luego encontrar un nuevo hogar en la Vía Láctea.

No obstante, las nuevas observaciones del telescopio Hubble del cúmulo de galaxias Fornax ponen en duda esta teoría, ya que en el caso de este cúmulo, las estrellas expulsadas no tendrían donde 'esconderse', informa el portal científico Live Science.

Los cúmulos globulares son unos conjuntos de estrellas densas que suelen orbitar alrededor de centros galácticos pero muy alejados de ellos. Los astrónomos solían pensar que las estrellas de estos cúmulos se habían formado aproximadamente al mismo tiempo. No obstante, las observaciones de cúmulos globulares situados cerca de la Vía Láctea revelaron que aproximadamente una mitad de las estrellas era mucho más joven que la otra mitad.

Asimismo, se ha descubierto que estas estrellas jóvenes de segunda generación están contaminadas con unos niveles de nitrógeno y otros materiales no encontrados en estrellas de primera generación. Según los astrónomos, este descubrimiento indica que las estrellas jóvenes se formaron del material expulsado de las estrellas viejas. Esta conclusión significa que el número de estrellas viejas debería ser mucho mayor que el de las jóvenes, lo cual contradice la distribución igual existente.

En el caso de los cúmulos cerca de Vía Láctea, se pensaba que las estrellas perdidas podrían haberse trasladado a las afueras de la galaxia. Sin embargo, una explicación similar es imposible en el caso de Fornax, ya que a diferencia de la Vía Láctea, la galaxia alrededor de la que orbitan estos cúmulos no contiene suficientes estrellas viejas para explicar la enorme cantidad de estrellas que debería de haber sido expulsada de los cúmulos.

Estas conclusiones llevan a los astrónomos a pensar que quizás las estrellas perdidas nunca existieran. Pero entonces, ¿cómo se formaron las estrellas de la segunda generación? En vista de esta contradicción, es posible que ahora los científicos tengan que volver a examinar sus hipótesis sobre cómo se forman distintos tipos de cúmulos globulares.