Ha sido hallado, por investigadores japoneses y norteamericanos, en el hielo extraído de la Antártida

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Encontrar material de un cometa no es tarea fácil, como cabe suponer. Para ello, hay que enviar sondas a estos cuerpos celestes (como Rosetta) o aviones de investigación a la estratosfera. Pero el reciente hallazgo de polvo de cometa en la Antártida podría acabar con esta dificultad. El descubrimiento resulta importante porque estas muestras aportan pistas sobre cómo se formó el sistema solar.

Investigadores de Japón y EE.UU. han encontrado partículas de polvo de cometa en la superficie de la Tierra por vez primera. Las han hallado, concretamente, en hielo extraído de la Antártida, en un lugar llamado Tottuki Point y a una profundidad de unos 17,5 metros, informa la revista Physorg.

En un artículo publicado en el medio especializado Earth and Planetary Science Letters, los investigadores describen cómo encontraron estas partículas - en micrometeoritos condríticos porosos- y lo que han aprendido del análisis de las muestras. Según ellos, estas presentan una serie de componentes cometarios.

Encontrar material de un cometa no es tarea fácil, pues para ello habría que enviar sondas - como Rosetta- a estos cuerpos celestes o mandar aviones de investigación a la estratosfera. Es un trabajo laborioso: varias horas de tiempo de vuelo suelen producir tan solo una partícula de polvo, según Science.


Comentario: Si se toma en cuenta la naturaleza cometaria de algunas catástrofes cíclicas en la tierra, quizá no sea tan difícil imaginar que el polvo cometario pudiera ser encontrado en la superficie sin recurrir a alta sofisticación.


Además, trabajar con muestras tan pequeñas limita significativamente los tipos de pruebas y análisis científicos que se pueden realizar al material. El nuevo hallazgo, por tanto, representa una gran oportunidad científica

Ventajas en el hielo

La importancia de estudiar partículas de cometa radica en que estas pueden aportar pistas sobre cómo se formó el sistema solar.
Según los autores de la investigación, el descubrimiento realizado en la Antártida (muestras en mayor cantidad de lo que se extraería de la estratosfera) "podría precipitar un cambio de paradigma en la forma en que se recogen este tipo de materiales".

El polvo cometario acumulado en el continente helado tiene además otra ventaja: está más limpio. Hasta ahora, los científicos acumulaban el polvo de los cometas en placas planas recubiertas con aceite de silicona, para atrapar sus partículas como las moscas en papel matamoscas.

Como consecuencia, las muestras quedaban contaminadas por el aceite y los compuestos orgánicos más tarde utilizados para limpiarlas, lo que dificultaba el estudio del material orgánico que potencialmente podían contener. Este problema queda ahora superado.

Testigos de la formación planetaria

En 2010, un equipo de científicos franceses informó de que había encontrado partículas de cometa inusualmente ricas en carbono en la nieve antártica, pero esta es la primera vez que se ha hallado polvo más típico de cometa, y que su identidad ha sido confirmada.

Para hallar las muestras, los investigadores recogieron nieve y hielo de la Antártida durante varios años, desde 2000. Al derretir el hielo y filtrar el agua, recopilaron más de 3.000 micrometeoritos, diminutas partículas procedentes del espacio de unos 10 micrones de diámetro.

Analizando estos micrometeoritos uno por uno bajo un estereomicroscopio, durante un período de cinco años, obtuvieron más de 40 partículas con características de polvo de cometa.

En un análisis más detallado se descubrió además que estas partículas eran indistinguibles de las de polvo de cometa recogidas en la estratosfera, y también de muestras recogidas de la cola de un cometa por la misión Stardust de la NASA, en 2006. Según los investigadores, las muestras recopiladas "son los mejores testigos que tenemos del período de tiempo de la formación planetaria".