El hombre que mantiene secuestrados a empleados y clientes del café Lindt en Sidney fue identificado y se trata de un iraní que desde el año 1996 vive en Australia.

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La Policía de Australia ha identificado como Man Monis al hombre armado que tomó este lunes una cafetería del centro financiero de Sidney y mantiene retenidos desde hace más de doce horas a un número indeterminado de rehenes, que se calcula son al menos 20 personas.

El sospechoso nació en Irán con el nombre de Manteghi Bourjerdi, se trasladó a Australia en 1996 y adoptó el nombre de Man Haron Monis, según el canal 9News.

Tras varias horas de secuestro, comenzaron a mostrarse algunos de los mensajes que las personas retenidas han enviado a sus familiares.

El diario australiano Herald Sun difundió el mensaje de texto que recibió la madre de unos de los rehenes: "Mamá, estoy en el café Lindt en Sidney".

La Policía australiana bloqueó este lunes el centro de la ciudad más grande del país después de que un hombre armado entró a una cafetería de Sidney, tomó rehenes y los obligó a exhibir una bandera islámica, encendiendo los temores de un ataque yihadista.

La fuerza policial dijo que sabía de un agresor armado implicado en el incidente en la cafetería Lindt en el corazón del distrito financiero de Sidney, pero podría haber más.

La Policía, incluyendo oficiales paramilitares, acordonó varias cuadras alrededor de la cafetería mientras los negociadores trataban de desactivar una de las mayores crisis de seguridad en Australia desde hace décadas.

Francotiradores y un equipo SWAT tomaron posiciones alrededor de la cafetería y helicópteros de la policía sobrevolaban la zona.

Al menos cinco rehenes han sido liberados o escaparon desde que comenzó el asedio a media mañana.

Cerca de 15 rehenes aún se podían ver el interior de la cafetería, dijo Chris Reason, un periodista de la emisora local Channel Seven, cuya oficina se encuentra enfrente del local.

"Desde el interior de la redacción Martin Place podemos ver que un hombre armado está rotando a los rehenes, obligándolos a pararse frente a las ventanas, a veces por dos horas seguidas", escribió Reason en Twitter.

El primer ministro Tony Abbott, quien ha advertido de planes de milicianos para atacar blancos de Australia, dijo que hay indicios de que la toma de rehenes tenía motivaciones políticas.

"Este es un incidente muy perturbador. Puedo entender las preocupaciones y ansiedades de la gente de Australia", dijo Abbott a la prensa en Canberra.

Australia, que ha respaldado a Estados Unidos en sus acciones contra el Estado Islámico en Siria e Irak, está en estado de alerta máxima por posibles ataques de musulmanes radicalizados o de combatientes que retornan de Oriente Medio.

"Nos hemos movido a una posición que sería consistente con un acto terrorista", dijo Andrew Scipione, comisionado de la policía del estado de Nueva Gales del Sur.

Imágenes en las noticias mostraban a los rehenes sosteniendo una bandera blanca y negra que contenía la Shahada - un testimonio de la fe de los musulmanes. La bandera ha sido popular entre grupos islamistas suníes como el Estado Islámico y al Qaeda.

El incidente obligó a la evacuación de los edificios cercanos y envió ondas de choque en un país donde muchas personas habían comenzado a poner su atención en el período de Navidad después de amenazas de seguridad anteriores.

En septiembre, la policía antiterrorista australiana dijo que había frustrado un complot inminente para decapitar a una persona elegida al azar, y días más tarde un adolescente en Melbourne murió baleado después de atacar a dos agentes antiterroristas con un cuchillo.

El Banco de la Reserva de Australia dijo que su personal estaba resguardado y a salvo dentro de su edificio.

El cercano consulado de Estados Unidos también fue evacuado, según una portavoz de la embajada, junto a la Ópera de Sidney.

Network 10 reportó que dos mujeres rehenes habían llamado con afirmaciones del hombre armado de que dos bombas habían sido colocadas en otras partes de la ciudad.

Mensajes en medios sociales publicados por supuestos rehenes afirmaban que el hombre armado quería hablar directamente con el primer ministro Abbott.

La Policía dijo que estaban al tanto de los reportes de medios, pero dijo que la "situación está contenida en un área".